Erdogan llama a Mursi «hermano mártir» y critica a la Unión Europea

En esta imagen tomada de un video proporcionado por la agencia Anadolu, el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, habla con los medios el sábado 16 de julio de 2016 en Estambul. (Anadolu Agency via AP)

El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, lamentó este lunes la muerte del expresidente de Egipto Mohamed Mursi y acusó a la Unión Europea de «hipócrita» por reunirse con Abedelfatah Al Sisi, que dirigió el golpe de Estado contra Mursi y gobierna ahora el país.

«Deseo la misericordia de Dios con nuestro hermano mártir, quien se convirtió en presidente de Egipto al recibir el 52 por ciento de los votos», dijo Erdogan en declaraciones al rotativo Hürriyet.

«Tras destruir la democracia y llegar al poder mediante un golpe, el tirano Al Sisi ha ejecutado a unas 50 personas. Mientras la Unión Europea promueve la prohibición de las ejecuciones, se reúne con él cuando los invita. Esto no es sólo tener un doble rasero, sino ser muy hipócrita», dijo.

Según la televisión estatal egipcia Mursi, falleció este lunes de un ataque al corazón durante una sesión de un juicio contra él por espionaje.

El dirigente del grupo Hermanos Musulmanes tenía 67 años de edad y su salud se había deteriorado en los últimos seis años, en los que permaneció la mayor parte del tiempo encarcelado.

«Este proceso (judicial), lamentablemente duró casi cinco años. Nuestro hermano Mursi estuvo en prisión cinco años y fue sentenciado con otros miles de compañeros», denunció Erdogan.

Las relaciones entre Ankara y El Cairo están bajo mínimos desde el golpe de Estado de Al Sisi de 2013, que derrocó al presidente egipcio Mohamed Morsi, aliado de Erdogan.

En noviembre del mismo año, ambos países expulsaron a sus embajadores respectivos, y en 2014, varios políticos egipcios cercanos a Mursi y a la organización de los Hermanos Musulmanes se agruparon en un organismo opositor en el exilio en Estambul.

El pasado febrero, Erdogan pidió a Al Sisi decretar una amnistía general y poner fin a las ejecuciones, como condición previa a una normalización de las relaciones bilaterales entre ambos países, algo que aún no se ha producido. EFE

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