El prefecto del Azuay, Yaku Pérez, ha advertido que en cualquier momento se podría reactivar la movilización social en referencia al levantamiento indígena registrado la última semana en Ecuador, y que dejaron las calles de Quito destruidas, además de edificios públicos y privados.
Pérez convocó para este jueves a los medios de comunicación en la Casa de la Provincia, en Azuay, para responder a las acusaciones del Asambleísta Fabricio Villamar, quien lo denunció por el delito de rebelión tras presuntamente participar de la toma del edificio de la Asamblea Nacional.
El prefecto, que estuvo acompañado de varios dirigentes indígenas, calificó la denuncia de Villamar como una cacería de brujas. Culpó al Gobierno Nacional y a los partidos de derecha de la denuncia en su contra.
Pérez dijo que le preocupa que se esté «reproduciendo la persecución del gobierno nefasto y autoritario de los 11 años de la anterior administración, y que vuelva en la actualidad como una cacería de brujas por rebelión en mi contra y los dirigentes indígenas nacionales de la CONAIE, Ecuarunari, del FUT, de los transportistas y más sectores sociales”.
«La batalla aún no ha terminado, en cualquier momento se podría reactivar la movilización social en el caso de que se dicte un Decreto que sustituya al 883, en la que se pretenda atacar el estómago de los más pobres y los más débiles, allí el pueblo volverá a levantarse”, agregó Pérez.