Diario de Jerez recuerda paso de Ermen Benítez por el Xerez C.D.

Con motivo de la Copa América y de la aparición de Christian Benítezcon en la selección ecuatoriana, uno de los principales diarios de la ciudad española de Jerez, recuerda el paso del artillero ecuatoriano Ermen Benítez, padre del «Chucho», por el Xerez Club Deportivo. En su edición digital, el Diario de Jerez hace una reseña del paso de la «Pantera» por el club y sus recordadas anécdotas.

«La primera llegada con peligro de Ecuador a la portería de Paraguay en el partido de la Copa América disputado el pasado domingo tuvo cierto saber a Xerez añejo. «Cristian Benítez inició un eslalon en la línea de tres cuartos, burló a un defensa con un túnel y regateó al arquero, pero se le hizo de noche y Paulo Da Silva trabó el disparo a puerta vacía»,según la crónica de Efe de Gerard Soler.

¿Por qué la ocasión malograda por Cristian Benítez tiene sabor a Xerez añejo? Porque el Chucho, sobrenombre con el que se conoce al delantero ecuatoriano, es hijo nada más y nada menos que del Pantera. Sí, de Ermen Pantera Benítez, delantero que militó en el Xerez Deportivo media temporada en la campaña 86-87.

El ariete Christian Chucho Benítez, Balón de Oro del fútbol mexicano por su condición de goleador del torneo Apertura-2010 con 14 tantos, está calificado como la estrella de la selección de Ecuador en esta Copa América de Argentina. Benítez, de 24 años, también conocido como el Panterita, ha sido promocionado por el entrenador de Ecuador, el colombiano Reinaldo Rueda, y a través de internet se puede comprobar el tirón que tiene entre la afición ecuatoriana.

El Chucho, nacido en Quito el 1 de mayo de 1986, salió del semillero de El Nacional de Quito, cuyo uniforme vistió desde 2001 en categorías menores hasta que debutó en el primer equipo en 2004.

El olfato de gol que heredó del Pantera lo fue perfeccionando para captar la atención internacional. El Santos Laguna lo fichó en julio de 2007 para actuar en el balompié azteca.

Tras ser designado en su país como mejor jugador criollo en el exterior en una ocasión, Benítez fue transferido en junio de 2009 al Birmingham de Inglaterra, en el que permaneció durante un año para retornar al Santos Laguna, y la próxima temporada militará en el América de México ya que fue vendido hace un semanas en 10 millones de dólares por el cuadro lagunero. Católico como la mayoría de los ecuatorianos, el Chucho se encomienda a la virgen de su devoción antes de entrar a la cancha para tratar de emular a su padre.

Y es que Ermen, su papá, fue un implacable artillero en la década de los 80, que todavía ostenta la marca de ser el goleador histórico del fútbol ecuatoriano con 191 tantos. El Pantera, como lo apodaban, marcó 154 de esos tantos vistiendo la camiseta de El Nacional, equipo con el cual ganó tres campeonatos locales y tres títulos de máximo anotador.

Además, fue el primer futbolista de su país en emigrar en Europa cuando fichó por el Xerez Deportivo en 1986, el mismo año que nacía Cristian. Pero Ermen Benítez no tuvo éxito en el viejo Domecq, aunque los aficionados se acuerdan del delantero ecuatoriano. Primero, por bajarse del avión en La Parra con su radiocasete en la mano; segundo, por su habilidad sacar balones del Domecq por encima de la grada…

En efecto, le pegaba al balón tan fuerte como desviado y sus lanzamientos de falta provocaron que en la grada del Domecq hubiera que poner vallas metálicas para evitar que los balonazos llegasen a Jerez 74.

Era la temporada 86-87 y Rafael Romero Tarrío cuenta en su libro Historia Oficial del Xerez CD, 60 Aniversario, que el Deportivo, recién ascendido, comenzó mal la temporada, lo que le costó el puesto al entrenador del ascenso, Moncho, al que reemplazó Felipe Quintana. «En el mes de enero -describe Romero Tarrío- se marchó casi en silencio Ermen Pantera Benítez, un delantero ecuatoriano que cuando se anunció su fichaje levantó mucha expectativa pero que no llegó a triunfar en el club, en parte por falta de oportunidades».

Eso sí, el Pantera se ganó el cariño de la afición y más de uno aún recuerda el cántico a Felipe Quintana -la mayoría de alumnos suyos- pidiéndole que sacase al Pantera, que sólo marcó un gol en Liga con la elástica azulina y fue al Bilbao Athletic.

Ermen, que tuvo hasta una peña de jóvenes aficionados xerecistas con su nombre -le cantaron las sevillanas del No te vayas todavía en su adiós-, trató de disfrutar en su estancia en nuestra ciudad, a la que se adaptó mejor que al equipo. Y le encantaban las acedías de Sanlúcar…»

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