Calderón condena el tiroteo en un estadio y el robo a una joyería

El presidente de México, Felipe Calderón, expresó este lunes su «condena y repudio» por el tiroteo en inmediaciones de un estadio de fútbol en Torreón, en el norte de México -que obligó a cancelar un partido de la liga profesional-, y el robo a plena luz del día de una joyería en un centro comercial de Morelia.

El mandatario manifestó durante un mensaje a los medios de comunicación, en el marco de la visita que realiza a México la presidenta de Costa Rica, Laura Chinchilla, que «afortunadamente no hubo pérdida de vidas de personas civiles que lamentar».

Sin embargo, indicó que «la delincuencia puso en riesgo la integridad de muchas familias que convivían en paz en espacios públicos» y «llenaron de zozobra a miles», ya que el tiroteo de Torreón sucedió el sábado mientras se transmitía en vivo por televisión un partido de fútbol entre los clubes Santos y Morelia.

Los televidentes vieron cómo los jugadores corrían despavoridos hacia los camerinos y los aficionados saltaban a la cancha, porque en principio pensaban que el tiroteo ocurría en el interior del estadio y no afuera.

En tanto, en Morelia, capital del estado de Michoacán, el domingo a mediodía un comando armado robó una joyería en el popular centro comercial Las Américas, y escapó con el botín sin que hubiera detenidos, ante la mirada atónita de la gente.

«Condeno y repudio totalmente estos hechos tan lamentables que demuestran una vez más la falta de escrúpulos, la nula calidad humana de los criminales, y desde luego evidencian la imperiosa necesidad de hacerles frente con toda determinación», dijo.

Estas dos acciones muestran de nuevo que «los criminales son los enemigos del país, de nuestras leyes, de la tranquila convivencia de las familias mexicanas, de nuestras instituciones y precisamente por eso debemos combatirlos categóricamente», subrayó.

El gobernante insistió en que el Gobierno federal y los estatales deben «asumir la parte» que les corresponde en la lucha contra el crimen organizado.

En este sentido, refrendó su compromiso con los estados de Coahuila, donde se ubica Torreón, con el vecino estado de Durango y con Michoacán, muy golpeados por la delincuencia organizada.

«Seguiremos e intensificaremos el respaldo federal y esperamos que las instancias locales, señaladamente las policías estatales y municipales», «sigan avanzando en la depuración de sus cuerpos policiacos y en la reorganización y fortalecimiento de sus instituciones en materia de seguridad y justicia», dijo.

A juicio de Calderón, la respuesta de la sociedad ante la violencia «debe ser la unidad».

«No podemos permitir que los delincuentes cancelen libertades ciudadanas, intervengan en nuestros espacios públicos y, sobre todo, afecten la tranquilidad, la paz y la vida de personas civiles inocentes», puntualizó.

La del fin de semana fue solo un capítulo más de la violencia que afecta a México, protagonizada por los cárteles de las drogas, y que se cobró la vida de más de 40.000 personas desde diciembre de 2006. EFE

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