Dios: ciencia, religión y tolerancia

Por Mauricio Maldonado Muñoz
Buenos Aires, Argentina

En “Historia del tiempo: del Big Bang a los agujeros negros”, Stephen Hawking señala que el origen del Universo y, con él, del tiempo, se sitúa en el Big Bang, lo que habría ocurrido hace unos trece mil setecientos millones de años.

El Big Bang y la expansión del Universo revelan, entre otras cosas, la finitud del Universo. En efecto, antes de la comprobación del Big Bang se sostenía que el Universo era infinito, lo que devenía de una creencia generalizada impulsada por la conclusión de Newton de que, por la teoría de la gravedad, todos los cuerpos confluirían en algún centro por la atracción, lo que no sucedería si “hubiera un número infinito de estrellas, distribuidas más o menos uniformemente sobre un espacio infinito”. De lo anterior se seguía que el Universo era naturalmente infinito. Ahora lo rememoro, no lo es.

Un Universo finito, obviamente, tiene principio y tiene fin. El principio, el Big Bang, supone el comienzo mismo del Universo. Ello es importante para una de las conclusiones a las que arriba Hawking; esto es, que si dios en verdad existe y además es el creador del Universo entonces él debió haberlo creado en el Big Bang (antes del Big Bang el Universo no existía -de modo que no pudo crearlo antes- y, después de él, el Universo ya había comenzado -de manera que no habría creado nada-). Esto, obviamente, no excluye a dios de la creación del Universo, sólo fija un tiempo lógico de creación y abre algunas preguntas, por ejemplo: Si dios creó al Universo, ¿qué hacía antes de crearlo? ¿Se puede existir antes del Universo?

El Big Bang, se sabe, ha sido científicamente comprobado y de él no pueden prescindir, en algún contexto, ni la teoría de branas (incluyendo sus diversas variantes, se refieran a modelos de multiverso o modelos cíclicos) ni la propuesta de velocidad variable de la luz de Joao Magueijo, o cualquier otra teoría física que pretenda explicar el origen del Universo o su funcionamiento.

Esto que he expuesto abrió, a su tiempo, y aún no ha cerrado, una seria discusión sobre la existencia de dios. O, siendo más precisos, la extendió a otro campo (tal como lo había hecho la genética en su momento). Sin embargo, la discusión filosófica sobre la existencia de dios data de bastantes siglos atrás. La más relevante en la cultura occidental se remonta a las posturas griegas sobre el arjé (el germen de todo). Esto en cuanto a la discusión sobre la existencia de dios.

Ahora, en cuanto a la existencia del hombre religioso, aquello se puede ubicar con la presencia misma del hombre moderno en sentido antropológico. En efecto, no existe sociedad de la que se tenga noticia que no haya tenido alguna especie de práctica religiosa. Este aspecto es, se diría, connatural al ser humano.

El avance en el pensamiento ha supuesto, sin embargo, cada vez más cuestionamientos a este tipo de creencias por cuanto se asientan, ciertamente, en dogmas que escapan, prima facie, a todo conocimiento científico (aunque ello es discutible).

Para ejemplificar vale citar a la ilustración, como corriente de pensamiento y como movimiento, que propagó la idea de la confianza en la razón humana. Un ejercicio racional suponía, para la época, dejar de creer que los reyes mandaban por derecho divino. Los dogmas alejan de la razón, parecía claro.

No obstante lo dicho hasta ahora, la discusión sigue siempre vigente y en ella se pueden advertir, en términos simples, tres posiciones: creer en dios, no creer en él o no tener idea (dudar). De todos modos vale aclarar, como ya he dicho en otra publicación que, conforme concluye Vattimo, respecto a estos temas uno “cree creer” o “cree no creer” (es decir que no cree tanto o cree sobre la base de algo que desconoce o no puede afirmar definitivamente).

De lo anterior se siguen tres escenarios: dos dogmáticos y uno que no lo es. Me explico. El creyente es claramente dogmático. Su postura se basa en la fe. Hay, empero, un sector de la ciencia que se ha ocupado de procurar resolver este aspecto desde la creencia. Ello, si bien también ha abierto importantes preguntas y cuestionamientos, tampoco ha llegado a alguna conclusión relevante que permita entrever que exista un dios y que esto sea comprobable mediante la ciencia.

A su turno el ateo, contrariamente a la creencia difundida, no es un participante neutral de la discusión. El ateo adhiere al ateísmo como credo en la misma forma que el creyente adhiere a su propia postura. En otras palabras, no son dos estados diferentes, sino dos aspectos distintos del mismo estado. Efectivamente, el ateo es dogmático en tanto sostiene la inexistencia de dios y lo hace con la misma definitividad que aquel que supone que dios existe de verdad. En apoyo a esta posición, tampoco la ciencia ha aportado respuestas concluyentes sino que ha abierto una gama de preguntas que nos cuestionan la existencia de dios pero que tampoco pueden probarlo.

Un creyente cree por fe, un ateo no cree por falta de pruebas. Ninguno guarda una certeza. De nuevo, “creen creer” y “creen no creer”.

El agnosticismo, en sus diversas variantes, supone no tener una posición concreta ante la existencia o inexistencia de una deidad. El agnóstico no sabe si dios existe, se duerme con la duda y lo hace casi en un sentido cartesiano. Ciertamente el agnóstico no es un dogmático por cuanto basa su postura en la ausencia de pruebas que apoyen a las demás visiones. El agnóstico, bien entendido, sostiene que la relación de lo humano con lo divino (si existe) es incognoscible. En términos de razonabilidad, el agnóstico guarda claramente una postura razonable.

He traveseado hasta aquí para exponer un tema ciertamente polémico en términos abiertos y externos. La posición de internalización queda a criterio de cada uno. Merece la pena, en todo caso, tener presente estos conceptos a la hora de adherirse a una posición para no vernos tentados de suponer que nuestra visión sea, por ejemplo, neutral, cuando es dogmática o, que ella sea apática si en realidad se está defendiéndola desde la postura del militante.

Por mi parte, he pensado recurrentemente que los seres humanos poseemos la tendencia a abarcarlo todo como si eso fuese posible. Hay tanto que ignoramos, tantos mundos y tanto espacio que no hemos visto y que quizá no descubramos jamás, que a veces nuestras visiones llevan en sí una carga de prepotencia.

En mi caso, aún cuando de común he querido ser un hombre de ciencias, hace tiempo que he decidido pensar (creer que creo) en un motor y ordenador del Universo; algo, si se quiere, energético y eterno que regula las leyes de la naturaleza pero no los albedríos. La mía no es una posición religiosa propiamente dicha, a lo sumo una explicación propia a la pregunta relatada en este artículo (una explicación más cercana a la dogmática que a la neutralidad, pero lejos de la práctica religiosa).

A fin de cuentas, en una sociedad donde se aprecian las libertades liberales, cada quien puede hacerse una idea respecto a su espiritualidad y nadie puede creer que una posición sea más valorable que otra. Eso es parte de la libertad y se cubre por el principio de tolerancia.

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16 Comments

  1. Completamente errada tu definición del ateo como alguien atado al dogmatismo. El ateo rechaza al dios de las religiones por ser ajeno a la realidad, en el sentido de que su existencia no es comprobable ni falsable.

    Por la forma en que lo plantean las religiones, las deidades siempre están fuera del alcance de la comprensión humana. Por esto, no hay diferencia entre su existencia o no, y simplemente se concluye que dios no existe en nuestra realidad.

    En otro tema, estoy en desacuerdo con la conclusión también. Hay posiciones más valorables que otra. La teoría de las enfermedades bacteriales y virales es mucho más válida que la teoría de los humores. La teoría de la relatividad es más válida que la teoría del éter. El modelo heliocéntrico es más válido que el geocéntrico. Lo mismo ocurre cuando chocan la ciencia con las afirmaciones religiosas. Las historias de pueblos antiguos no tienen nada que hacer contra la evidencia dura del método científico. No debemos confundir tolerancia con auto censura.

    Por último, quiero aclarar que «Breve historia del tiempo», a pesar de ser un libro fascinante, está desactualizado. Algunas partes de la teoría han cambiado desde su publicación, como los modelos de expansión del universo y ciertas nociones sobre agujeros negros.

    • Primero, como te había comentado en twitter, el creer y el no creer son dos aspectos distintos del mismo estado. Son caras diferentes de una misma moneda. Suponen posturas (no hay neutralidad en la postura) -> http://lema.rae.es/drae/?val=neutral Claramente hay una disparidad entre el ateísmo y el agnosticismo (en tu comentario los confundes, decir que no es comprobable ni falsable es propio del agnosticismo -no del ateísmo, claramente-). Ello por la carga de definitividad que supone sugerir que dios no existe (o que existe), en ambos casos sin una base, sin una prueba. Tu argumento de que las religiosos suponen que las deidades están siempre fuera de la comprensión humana es falso (claramente esa afirmación es aplicable a algunas religiones, no a todas).

      Luego, no puedes equiparar teorías científicas con creencias. El evidentemente más científicamente correcta la teoría de la relatividad que la del éter (es claro), pero no puedes suponer que eso sea extrapolable a las creencias. Las creencias son todas respetables, tanto como lo son las diferentes inclinaciones sexuales o políticas (es parte de cada uno). Y nadie puede suponer que es mejor sea ateo que creyente (ese es un argumento aporítico).

      En cuanto a «breve historia del tiempo», claramente se encuentra desactualizado, pero no en la parte que yo cito, esa sigue invariable (big bang, Universo en expansión, finitud del Universo); y, en todo caso, luego lo ato a las discusiones más actuales, branas y la de Mageijo.

      Un abrazo y gracias por tu comentario.

      • No es lo mismo «no creer» que «creer que no». Para empezar, debemos ponernos de acuerdo con qué nos referimos a existir. Mi definición de existir es «poder interactuar con la realidad» (para esto asumimos que hay una realidad en la que estamos todos, no estamos en una especie de ilusión colectiva). Dios no existe con esta definición, porque no ocupa espacio físico, no tiene características medibles (no emite luz, o calor, o tiene gravedad propia, etc.), y no tenemos evidencia empírica que lo justifique de alguna manera.

        Bertrand Russell usó un ejemplo de una tetera invisible en el espacio, demasiado pequeña para ser vista o percibida de alguna manera. Decía que afirmar que existe tal tetera no tiene sentido, puesto que su existencia es igual a su no existencia. Si queremos que «existir» tenga utilidad, debemos restringir las cosas que aceptamos que existen. Caso contrario todo existe, y la existencia es una propiedad trivial que no discrimina nada.

        Sobre las creencias, el problema es que estas pueden contradecir la realidad (y muchas lo hacen), causando conflictos. Por ejemplo, tu creencia sobre un ente regulador de la naturaleza pero no del albedrío es inconsistente. O por ejemplo, algunas creencias new age que promueven la idea de que nuestros pensamientos afectan la realidad a un nivel notable en la vida práctica (basada en una pésima aplicación de la teoría cuántica).

        Nunca hablé de ser mejor o peor, hablé de ser valuables. Si la física fuera «dios hizo todo, controla todo» no podríamos formular teorías que nos lleven a la tecnología actual. Por lo tanto, esa creencia es menos valuable que la creencia de que el universo sigue unas reglas específicas que podemos comprender y aplicar. Las creencias influencias los comportamientos, y los comportamientos influencian las acciones. Así es como las medimos. Incluso entre psicólogos verás que es aceptada la idea de que hay creencias negativas y positivas (aunque la religión no entra en una sola, está repartida entre ambos lados).

        Sobre Breve historia del tiempo, uno de los puntos que mencionaste sí ha cambiado. Entonces se pensaba que la expansión del universo se estaba reduciendo, y que eventualmente podía detenerse o quedar constante. Ahora se sabe que está acelerando, es decir que no solo se expande sino que cada vez lo hará más rápido. Esto descarta una de las teorías postuladas, el big crunch. El universo sufrirá la muerte del calor, en donde la temperatura promedio tiende al cero absoluto y la densidad a cero.

        La insistencia en la terminología es porque muchos auto proclamados ateos siguen la definición que yo he dado. Personalmente no conozco a nadie que haya sido adoctrinado al ateísmo, e incluso ateos militantes dicen que lo mejor es educar a los niños sin tocar mucho el tema, a menos de que ellos mismos se interesen. Dejar el término de esa manera crea un hombre de paja.

        • En orden: Otra vez, esos argumentos son aporíticos porque se siguen basando en supuestos no demostrados. Existir o no existir, en cualquiera de tus escenarios supone una entidad o su ausencia. Aunque claramente no sepamos si eso pudiera ser posible sólo en nuestro Universo o si existiesen otros y así por el estilo (no debo explicártelo porque claramente lo conoces -se lee de tu comentario-). De ahí, no creer en dios o creer que no exista es simplemente un problema semántico que no brinda más fuerza a tus razonamientos. El ejemplo de la tetera sigue siendo aporítico y se contradice con tu afirmación de que, al menos en una acepción, existir puede entenderse como ocupar un espacio físico (si lo ocupa, entonces existe, es ajeno a la discusión la relevancia de su existencia -por lo pequeña o grande que sea-. Por ahí ando vagando por el espacio y la encuentro, ergo existiría, es una obviedad).

          Sobre lo valuable de las creencias, sigues suponiendo que me refiero a la posibilidad de que ellas determinen el estudio de las ciencias o la propia ciencia y claramente eso es falaz. No las determinan en absoluto y pueden tomar caminos diferentes. Mi creencia, lo puedes leer en el artículo, claramente está cercana a la dogmática y lo acepto y me lo banco. De todos modos no sugiero que sea mejor que otra explicación, sólo que es la mía y que merece la pena encuadrarla en algo, aunque de común yo sea un hombre de ciencias. En todo caso, bien lo digo, el principio de tolerancia y la libertad amparan todas las creencias, es lo deseable una sociedad liberal y en una democracia.

          En cuanto a la expansión del Universo, tu crítica sería aceptable si yo hubiese puesto en entredicho la aceleración de la expansión del espacio y jamás lo hice. Claramente he tomado esa obra, como explique arriba, para darle un modo silogístico al artículo y, lo que he usado de la obra de Hawking, insisto, es una parte acotada que sigue siempre teniendo vigencia, más si luego aclaro las discusiones actuales.

          Un abrazo nuevamente.

          • La idea de la tetera de Russell es ejemplificar hasta qué punto importa o no si algo existe. La tetera para todos los fines prácticos humanos no existe. Discutir sobre ella o sobre sus propiedades es por lo tanto algo inútil. En un caso más extremo tenemos a un dios que no llega ni siquiera a tener las propiedades de la tetera, cuyas acciones son indiferenciables del azar y ciertas leyes físicas. Desde un punto de vista práctico, ¿por qué seguir insistiendo en la existencia de esa entidad?

            Pero no es solo eso; de todos modos cada uno es libre en su cabeza. El problema es la otra parte, que estas creencias se reflejan en comportamientos y acciones. Todavía hay educación religiosa, todavía hay gente que busca institucionalizar el rezo en los colegios, todavía hay leyes basadas en libros religiosos. Todo esto es una serie de creencias y comportamientos que alejan a las personas del método científico y el pensamiento racional.

            Peor aún, muchas de estas creencias o prácticas, al ser mantenidas por mayorías limitan la libertad de aquellos que no estamos interesados en la religión. Hay lugares donde ser ateo u homosexual se paga con la muerte por ofender a la religión. O donde se protege a un embrión antes que a una mujer adulta. Dime algo, si yo blasfemo ¿quién es la víctima? ¿Será que a dios le duele mucho cuando yo digo que no existe? ¿Se puede comparar la falta de tolerancia a una religión con la falta a un ser humano? Las personas tienen derechos, las ideas no. Y las creencias no son más que ideas.

          • Pablo, otra vez, primero hablas de fines prácticos (luego de fines ideales o utilitarios). Aunque nadie sabe si existe o no Dios, quizá sí y no lo ves (quizás es el sol -en serio, eso no lo puedes probar científicamente-). Eso no quiere decir nada, claramente. «Dios no existe porque no nadie ha comprobado su existencia o, en todo caso, su relevancia práctica» -> Eso es tan falaz como afirmar que sí existe y hace milagros. ¡hey!

            Suponer que aleja a los seres humanos del método científico no tiene asidero, hay científicos que son también religiosos, separan la ciencia de la creencia. Porque son separables. De hecho, existen bastantes ejemplos al respecto.

            Que haya colegios donde se imparte religión está bien siempre que sean identificables con ella. Tú eres libre de ir a un colegio religioso o no. Hay colegios laicos, hay universidades así. Es de libre elección. Si quieres hablar mal de dios, puedes, es lícito.

            De otro lado, el principio de tolerancia supone tolerar tanto la creencia como la no creencia o la apatía. Que haya gente en el mundo matando por su creencia no desvirtúa la idea, sí lo es la actitud de quienes la usan para ese efecto. Eso obviamente sale del argumento. Nunca he defendido eso. De modo que en derecho, lo que yo no he afirmado no me corresponde. La tolerancia que yo defiendo aplica a ateos, religiosos, agnósticos, gays y etc. La tolerancia como principio de las libertades liberales.

            En cuanto a que el embrión no tenga entidad más importante que la mujer, tampoco tiene un asidero demostrable sino solo desde el puro emotivismo -> http://www.larepublica.ec/blog/opinion/2012/07/09/algunas-consideraciones-sobre-el-aborto/

            Las creencias son ideas y las ideas merecen respeto, es claro.

          • No es falaz decir que si algo no satisface la definición de «existir» entonces no existe. De hecho es una aplicación directa de un axioma de la lógica. Insistes en usar el verbo existir de manera ambigua, lo cual sí es una falacia. Si dios es el sol, entonces no es el mismo dios de la biblia ni del corán ni del popol vuh. El sol es una estrella que hace lo que hacen las estrellas. Y si la llamamos dios no cambia lo que es.

            La religión aleja a la gente de la ciencia, no dije que la excluya. Sí hay científicos religiosos pero dice mucho el hecho de que son minoría, incluso en sociedades donde la mayoría es religiosa.

            Sobre la educación, en España es obligatoria la religión en los colegios, y pasa en otros países también. O sino como en mi país, donde hay escuelas «laicas» que igual imparten religión. Es al punto de que crecí pensando que laico era sinónimo de católico.

            Sobre el aborto, es tan básico como esto: Se define a alguien muerto cuando no tiene un cerebro funcional. Los embriones no tienen un cerebro funcional hasta alrededor del tercer mes. Por lo tanto un embrión de menos de 3 meses no debe tener más derechos que un ser humano muerto (que no tiene). No siente, no tiene conciencia propia y no puede desarrollarse por sí mismo. Está en la misma situación que un fetus in fetu y un teratoma, y ambos son extirpados sin mucho miramiento.

            No es claro que las ideas merecen respeto. Es falso. En mi primera respuesta puse ejemplos de ideas que no merecen respeto. Son teorías falsas, a lo mucho merecen una referencia corta en un curso de historia. Las ideas de muchos dementes no merecen respeto. Igual las ideas de muchos dictadores y genocidas. Un solo muerto por atacar una idea ya es demasiado. La religión mató millones, y sigue matando.

          • Los argumentos deben entrar en un silogismo, estimado Pablo. Si la definición de existir es una de las que tú dijiste, o si es otra que no conoces, es falaz suponer que eso lleve a que dios no exista porque claramente puede ser que exista en una de las formas que vos sugieres y que no lo hayas visto o que exista en una forma diferentes que no puedas determinar. Por eso la ciencia no ha sido definitiva en eso, así como la ciencia no ha podido demostrar que exista dios aunque haya quien tratara de demostrarlo. Ciertamente no hay una postura comprobada, ojo,’ comprobada’. Lo demás es creencia.

            Luego, sigues asimilando creencia a religión, yo puedo creer algo y no ser religioso en absoluto.

            En lo demás creo que explique bien todo. En cuanto al aborto, está explicado en mi artículo.

            En última, mi posición es la de la tolerancia, la de todos (TODOS) y contra la prepotencia de suponer que uno lo conoce todo y lo ve todo (tanto como creían que la tierra era plana o que tortugas sostenían el mundo). Mi posición es la que corresponde a una democracia y una defensa de las libertades.

          • El punto es que si usas una definición de existir diferente tienes una definición que no sirve. Bajo tus definiciones de existir también existe un elefante invisible en mi cuarto, existe el monstruo de espaghetti volador y existe la tetera de Russell. Por lo tanto, es una definición que no sirve para absolutamente nada, porque al final no me deja separar mi realidad inmediata de la ficción. Te has estado apoyando cada vez más en la falacia de la apelación a la ignorancia. Con ella puedes justificar cualquier cosa basado en que no tenemos conocimiento absoluto, y tiras por la borda toda evidencia. Si tu creencia necesita de falacias para sostenerse, es que no tiene ninguna base y necesitas artilugios para convencerte a ti y a otros.

            No asimilo creencia con religión. La religión es solo un tipo de creencia y eso lo sé. Me centro en ella porque es el tipo de creencia que en la práctica causa mucho daño. Puedes hablarme de que si se usa bien no puede causar ningún mal, y que los que se apoyan en ella para causar daño son gente que la malinterpreta. Eso se llama falacia del nirvana, estás usando una situación idealizada en tu cabeza para negar una realidad. La religión real, la que tenemos en este mundo es dañina, sin importar cómo se supone que debería ser en un mundo perfecto.

            Y no, respetar ideas no tiene sentido. Estás pidiendo condescendencia, no respeto. Repito que no tengo problema con que cada uno crea lo que le dé la gana, el problema es cuando esas creencias se transforman en acciones. La tolerancia es para las personas. Yo tolero a las demás personas. Pero si estamos en el tema de las creencias, argumento en contra de las que considero necesario.

            Si alguien cree que rezar cura enfermedades pero deja que cada uno haga lo que quiera, entonces no me importa. Si alguien cree que rezar cura, y que el tratamiento médico es perjudicial entonces esa idea es dañina. Porque esa es la idea que ya ha resultado en muertes de niños inocentes a cuidado de padres ignorantes. Esa es una idea que debe ser erradicada y que no merece mi respeto, más bien mi desprecio.

            La religión y la filosofía nacieron como intentos de explicar la realidad. Ahora tenemos la ciencia para eso, y por ello están en conflicto. Ya no se puede justificar una postura diciendo que es filosofía o religión como si eso le diera una inmunidad especial a la crítica. El que no sabe de ciencia y lógica pero pretende hablar de religión o filosofía está engañándose.

          • Mi argumento sería falaz si yo hiciera seguir de la falta de demostración que dios existe. Y no lo hice. Dije que la afirmación: «no se ha probado que dios exista» no supone que no exista (vamos es lógica simple). De nuevo mis argumentos son cuidadosos, no emotivos (merece la pena leerlos con detenimiento para no redargüir por redargüir).

            En todo caso, vos supones que no existe y eso, de paso, me da la razón en círculo, así como lo ha hecho este pequeño debate: El ateo no es un participante neutral, claramente. Basta leerte.

            En lo demás puedes criticar las demás creencias cuanto quieras y yo puedo hacerlo, como lo hago con la tuya, aunque de todos modos la respeto y me cuido, además, de no comparar incomparables (peras con manzanas, teorías con creencias, etc), lo que exige la más básica lógica. La tolerancia es importante. Insisto, la de todos, creer que la verdad de uno es la que basta es un signo más del sentimiento humano de prepotencia. Cada uno es libre de creer y de profesar o no lo que cree y hay que bancarse. Si las acciones de alguien, en cambio, hacen daño o perjudican a terceros ya no estamos ante un supuesto de tolerancia porque rebasa el principio jurídico de razonabilidad y la esencia democrática y de la libertad. La tolerancia que yo defiendo es claramente la de la paz y la convivencia social, no la de un supuesto acotado y personalísimo que supone creer que se tiene una mejor verdad que la de otros. A bièntot!

          • Mi postura es neutral, tiene el axioma «Nada existe hasta que se demuestre lo contrario». La prueba debe recaer sobre el que hace la afirmación. Hasta que alguien no demuestre que existe un dios con todas las propiedades que predica, no existe. Es una definición práctica, porque el complemento de lo que puede existir en el universo es infinito, y nos ahorra una infinitud de demostraciones de no-existencia (que por cierto, pueden llegar a ser imposibles). Así no tenemos que andar apaciguando a los 1600 dioses que se han inventado las personas por temor de caer presa de alguno de sus espantosos sentidos de justicia.

            No hay ninguna democracia ni libertad en el respeto de las ideas. Te llenas de palabras idealistas para decir que eres respetuoso con los demás, pero lo haces en la manera equivocada. Estás confundiendo personas con ideales otra vez. No puedes comparar personas pero sí ideas. Yo no necesito creer que tengo una mejor verdad que otra, puedo comprobarlo. Que pienses que este tema escapa del análisis no hace que tengas razón, y que creas que la religión y la filosofía no pueden ser refutadas por la ciencia cuando hacen afirmaciones falsas tampoco.

            Si sigues creyendo que puedes separar ideas de acciones y a la vez sostener que las personas sean libres de actuar, te invito a tomar un curso de psicología.

  2. «El ateísmo es dogmático». Nada mas errado; el ateísmo, al menos el propugnado por gente seria y de animo filosófico, es la postura que parte del principio de duda razonable: ¿es posible suponer que todo lo que no existe puede existir?. Si yo propongo que existe un hipopótamo verde que lanza serpentina por la boca, es mas delirio que razón otorgar privilegio de la duda a dicha aseveración. La actitud del ateo, como se planteo entre los analíticos, es la presunción del «no ser»; ya con eso, el ateísmo no es una tesis, es el efecto natural de la razón frente a las tesis teológicas insuficientes. Partir de la idea de la presunción del ser; es decir, plantear que un argumento es, hasta que no se demuestre lo contrario, es el caso mas común de falacia por apelación a la ignorancia.

    La religión y la fe en sí misma, son afirmaciones basadas en la convicción que, en tanto a esta, son ciertas.

    Las posturas racionales ateístas (basadas en filosofía), son simples críticas que exponen la insuficiencia, e incluso el absurdo, de las afirmaciones teológicas o teo-ónticas (como es la causa suficiente, la existencia analítica, etc.).

    «El agnóstico, bien entendido, sostiene que la relación de lo humano con lo divino (si existe) es incognoscible» No se puede dudar, de lo que en cuanto a razón, es inconcebible. Cuando Descartes planteó su estado de duda metodología y el supuesto del ‘genio malvado’, partía de un hecho, que era su intención plasmada en el acto de pensar, en un hecho; la quinta meditación fue un desarrollo que para muchos, entre estos mi persona, partió de los prejuicios individuales de Descartes. El agnosticismo, o es una racionalidad traicionada por un trasfondo religioso o una religión degenerada por la razón.

    La idea del primer motor inmóvil, fuerza motora indiferente al dinamos que irradia, no es necesariamente dogmática: parte de un desarrollo lógico (proposicional) y de postulados ontológicos que toman a la realidad como categorías separables. Este motor solo es concebible y justificable, partiendo de una división real entre tiempo y espacio (lo cual parecería una herejía para la física actual)

    La cuestión de Dios jamás será científica: la filosofía ya claudicó en aquel tema. La metafísica murió con Kant y fue enterrada por Sartre.

    • Supones que el ateismo es necesariamente serio y de ánimo filosófico, pero eso no es necesariamente cierto. Puede existir claramente alguien que sea ateo por puro afán de serlo, sin conocer absolutamente ninguna postura científica o filosófica.

      Justamente me parece racional otorgar privilegio a la «duda», de modo que esa no es una postura más cercana al agnosticismo que al ateismo. De la duda no puede seguir la certeza de la afirmación. «Dudo (racionalmente) de que dios exista, ergo no existe», eso es falaz.

      En tu postura el agnosticismo pierde sentido o no existe como categoría, lo que supone sacarlo del debate, siendo, por lo menos, inconveniente.

      La cuestión del motor y ordenador de las leyes de la naturaleza es una idea que no se puede descartar de la física, menos con el argumento de la unidad espacio-tiempo que sigue de la teoría de la relatividad de Einstein. Eso ha sido reconocido por más de un científico. No son oponibles. Digo que es más cercana a la dogmática porque me la creo sin saber si en serio es así (eso es la dogmática -creo por creer-).

      La cuestión de dios puede no ser (necesariamente) científica y sin embargo sigue siendo parte actual de la discusión de muchos científicos.

      En fin, gracias por los comentarios, siempre son un aporte en mis artículos. Abrazos.

      • La falacia a la que me refiero es la presunción del ser (mientras no se demuestre que no existe presumo que si existe). El punto es que no existe duda racional en tanto la existencia de Dios: no hay evidencia que justifique semejante existencia. La duda, específicamente la cartesiana, parte de hechos que intencionalmente son puestos en duda. Si se pone en duda a dios, desde un inicio se debe presuponer su existencia. El ateísmo es partir desde cero, es no proponer nada, ya que se presume la nada. En términos mas comunes: la carga probatoria recae siempre en la tesis (el que afirma, prueba)

        El problema del agnosticismo es que no resulta posible para el entendimiento e ilógico. La duda sobre algo requiere, implícitamente, aceptar su existencia, así sea aparente. Para las leyes lógicas universales solo hay dos principios: Eros y Thanatos; la afirmación y la negación; Ser y el No Ser. El estado de duda no recae sobre la afirmación o la negación, solamente abarca la naturaleza de esta. El agnosticismo es solo aceptar o negar a dios, pero no explicar la causa de esto (ya sea por cobardía, ignorancia o desobligo)

        En cuanto a los ateos ‘por mero capricho’, se presume que es gente que simplemente no tiene fe. Las posturas teistas, en general, parten del supuesto de fe como sustento para la admisión de sus propuestas; hasta ahora, y hasta donde conozco, no existen religiones que partan de razonamientos. Ateo es el que carece de fe, y por ende no tiene Dios (con mayúsculas)

        Sobre el primer motor inmóvil se debe tener claro que es el origen de las leyes y, a su vez, es efectividad de las mismas. Lo físico empieza desde la sustancia; la idea de la fuerza ordenadora, es también el primer impulso causal. El motor es metafísico, porque implica la posibilidad misma de la existencia de fenómenos físicos.

        A la idea de una fuerza motriz previa solamente se llega por la necesidad lógica. «Debe existir algo que ordene; debe existir algo que concentre el dinamos universal» Ya sea el geist de Hegel, el eterno presente de Aristóteles o el retorno de Nietzsche; la mente humana al no tener un ser bajo el que ampararse, incurrirá en el deber ser (aunque siempre esta la posibilidad de la Nada)

        Saludos

  3. Yo no afirmo: “Dios no existe”. Yo digo: “Tú (cristiano, musulmán, judío, etc.) no presentas pruebas para convencerme de que tu Dios existe, por tanto no esperes que me someta a tu Dios. No voy a actuar como si tu Dios existiera”. El problema con las religiones (especialmente las monoteístas) es que sus seguidores tienen la certeza de que su dios es el verdadero y están dispuestos a todo para obedecerlo. Y su principal mandamiento es amar a su dios sobre todas las cosas (es decir eliminen a los infieles que adoran a otros dioses). Estas religiones son intolerantes: han perseguido a los herejes en el pasado (y los musulmanes lo siguen haciendo en el presente).

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