Alumnos del ITAE aclaran «Sospechas de Caimán»

Guayaquil.- Los estudiantes del Instituto Tecnológico de Artes del Ecuador, ITAE, presentarán sus obras en la muestra colectiva “Sospechas de Caimán”, que se exhibirá en la galería DPM, a partir del miércoles 27 de febrero, a las 19h00.

La muestra, que presenta los frutos del proceso realizado en el último curso del taller de pintura, está integrada por María Grazzia Calderón, Carlos Figueroa, Carmen García, Fernando García, Jorge Morocho, Leandro Pesantes, Jonathan Quimí, José Salas, David Salazar,  Vargas Carlos y Juan José Veloz.

Vargas Carlos afirma que el nombre de la exposición «Sospechas de caimán»,  «es un juego de palabras que tiene que ver con la decisión de no hacer una pintura sin nada que descubrir, por eso, todo el proceso realizado fue ir buscando intrigas, buscando sospechas, para causar esta sensación en el espectador».

«Y el caimán, en cambio, alude a esa capacidad de cambiar de piel que tienen los reptiles, la descamación, que es ir como ir botando piel, lo que se puede compara con este taller de pintura, en el que pasamos de una pintura inocente a  una pintura asertiva», concluye Vargas.

Juan José Veloz

Las obras de Jonathan Quimí están relacionadas con la música, el folklore y el baile, que es lo que él hace. «Yo pongo  en situaciones incómodas a ciertos personajes de la sierra, en mi obra aparece el Diabluma, y el chagra que es personificado por mí, que no es el típico chagra, que es diferente».

«Mi obra es sobre los símbolos que encontramos en el mundo y aprendemos desde jóvenes, a los que yo trato de poner en situación de juego», dice María Grazzia Calderón, «a través de los crayones derretidos con los que pinto, presento las imágenes como tatuajes o graffitis para dar a entender que a pesar de que estos son los símbolos con los que nos crían  nos clasifican, y nos encasillan para toda la vida, la representación de ellos en cualquier forma que nos haga sentir orgullosos, pero que la sociedad no la acepte, igual va a estar mal vista, por, supuestamente, no ser la debida».

Carlos Figueroa, por su parte, quiere llegar a la pintura de una forma que cause sospecha, y por eso usa una carga muy grande de símbolos: en su obra hay cárceles, iglesias, estadios, que son todos diferentes espacios arquitectónicos que tienen una gran influencia en la sociedad. Para él objeto del curso ha sido como abordar la pintura en la actualidad, alejándose de la tradición pictórica, y agregándole contenido.

«Yo trabajo con lo cotidiano», dice Juan José Veloz, «con cosas que están entre nosotros, pero que pasan inadvertidas para la gente, como los chicles que pegamos bajo las mesas, por ejemplo. Yo tomo estas situaciones cotidianas para revertirlas, y hacerlas tomar revancha, de cierta forma. En mi obra todos esos chicles pegados llegan a ser tan grandes que absorben las bancas, las sillas».

La obra de David Salazar está enfocada en los espacios de la arquitectura, él busca integrar espacios vacíos jugando con los opuestos, estudiando los espacios y la perspectiva.

Jorge Morocho dice que en su caso «busca generar ciertas narrativas que sean truncadas, y además  intento dejar en el cuadro cierta evidencia de cómo lo he pintado, me gusta la idea de hacer el cuadro y que el  público vea la que manera como lo he pintado. La mayoría de mis cuadros son hechos a partir de imágenes de álbunes familiares, y con los personajes intento generar cierta teatralidad. Muchos de mis personajes están de espaldas, porque me interesa crear cierta extrañeza».

La Galería DPM está ubicada en Circunvalación Sur 111A y Víctor Emilio Estrada.

La exposición se mantendrá hasta el 8 de marzo.

mrjc/Fotos LaRepublica

María Grazzia Calderón

 

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