Hezbolá permanecerá en Siria junto al régimen pese a las amenazas

Foto de Archivo: La República.

Beirut, 14 jun (EFE).- El jefe del grupo chií libanés Hizbulá, Hasan Nasralá, aseguró hoy que no cambiará su postura de apoyo al régimen sirio sobre el terreno, porque ese país hace frente a «un proyecto de EEUU, los países del Golfo y extremistas suníes contra toda la región».

En un discurso retransmitido por la televisión Al Manar, Nasralá señaló que están dispuestos a asumir todas las consecuencias de su implicación en Siria, porque enfrentan «un proyecto que tiene como objetivo también el Líbano».

«Estaremos donde debemos estar y continuaremos asumiendo nuestras responsabilidades», subrayó el jeque chií, que agregó que nada ha cambiado tras la victoria la semana pasada del régimen sirio y los milicianos de Hizbulá en la estratégica ciudad siria de Al Quseir.

Nasralá denunció que su grupo sufre «ataques políticos» y «fetuas» (edictos islámicos), cuando -dijo- sus combatientes fueron «los últimos» en entrar en Siria.

«No tememos las amenazas del los países del Golfo de incluirnos en la lista de grupos terroristas, al contrario, esto aumenta nuestro convencimiento de que nuestra postura (en Siria) es correcta», remarcó.

Hace cuatro días, el Consejo de Cooperación del Golfo (CCG) decidió aplicar sanciones a los miembros de Hizbulá que se encuentran en sus territorios, en castigo por la «injerencia flagrante» de este movimiento en el conflicto sirio.

Nasralá achacó estas amenazas a que «los que respaldan a los rebeldes han empezado a constatar que su proyecto empieza a ser derrotado».

«Nuestra entrada en el terreno no ha sido emotiva ni espontánea, se debe al peligro que supone el proyecto para toda la región», añadió durante su alocución, con motivo del día de los heridos de la Resistencia, su brazo armado.

En cuanto al Líbano, sumido en la inestabilidad desde el inicio del conflicto sirio, Nasralá hizo un llamamiento a la «máxima moderación» de todos los presentes en territorio libanés, incluidos los sirios y palestinos.

Indicó que «hay que evitar cualquiera tensión o confrontación» e insistió en que la prioridad de su grupo es «la estabilidad, la seguridad y la independencia del Líbano».

El líder de Hizbulá acusó, además, a servicios de Inteligencia extranjeros de «tratar de provocar disensiones entre los suníes y chiíes en el Líbano».

Al respecto, negó los rumores de que desde zonas suníes del Líbano, como Arsal, se haya disparado proyectiles a áreas chiíes, afirmando que todos los bombardeos fueron realizados desde Siria.

La situación de seguridad en el Líbano se ha deteriorado desde el inicio de la crisis siria, en marzo de 2011, un tiempo en el que ha habido secuestros, ataques de las fuerzas sirias desde el otro lado de la frontera y enfrentamientos armados entre detractores y seguidores del régimen sirio en varias partes del país. EFE

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