Leonardo Valencia anuncia que está trabajando una nueva novela

El escritor guayaquileño Leonardo Valencia, en entrevista con Jorge Ortiz. Foto La República.

El novelista guayaquileño, Leonardo Valencia, en su más reciente paso por el Ecuador, ofreció una entrevista en el programa ‘24/7 con Jorge Ortiz’ para hablar sobre la publicación de su más reciente libro, ‘Soles de Mussfeldt. Viaje al círculo de fuego’, y sus próximos proyectos literarios.

Valencia, desde 1998, está radicado en Barcelona, desde donde dirige su Laboratorio de Escritura: un centro en el que escritores con experiencia, comandados por el guayaquileño, comparten sus conocimientos y guían a quienes quieren escribir.

Además de narrador de ficción, Valencia trabaja el ensayo y textos que implican reflexión. Eso es lo que lo llevó a asumir el reto de escribir sobre la obra del artista plástico alemán radicado en Ecuador, Peter Mussfeldt. “Cuando se presentó el proyecto me entusiasmó la idea porque me entusiasma todo lo que tiene que ver con la pintura y me entusiasma en realidad toda forma de escritura, entonces este es un libro que si bien está centrado en la obra de Peter juega a través de una serie de escrituras para acercarse a él. A su manera, un poco heterodoxa, es una novela también”, señaló el novelista.

Además comentó que está trabajando en una novela muy larga, la más compleja de sus novelas y una que le está costando bastante tiempo. Sin embargo, piensa: “no tengo ninguna prisa por publicar, es un proceso que toma su propio ritmo”.

“Vivimos una época en la que el exceso de la prisa y el enorme peso de la industria editorial está tergiversando algo que al menos a mí me interesa mucho que es cuidar la escritura”, dijo el autor del libro de cuentos ‘La Luna Nómada’, un libro que con el paso de los años se ha ido ampliando en su contenido.

“Yo creo en la decantación de la escritura, la escritura tiene que ser un trabajo en el que haya una búsqueda, una corrección, una vivencia de lo que se escribe, hay una distinción muy importante entre redactar y escribir”, dijo Valencia y agregó que .para él es muy importante la escritura del ensayo, de hecho, está trabajando en algunos, así como en sus columnas de opinión, “yo creo que a la escritura hay que cuidarla en todas las formas en que se manifiesta”.

La primera novela de Leonardo Valencia, ‘El Desterrado’ (2000), consigna la historia de una familia romana cuya vida cotidiana es atravesada, de forma desoladora, por la violencia y el fascismo italiano.

Valencia recordó a Jorge Ortiz que Julio Cortázar no era solamente novelista, ni solamente cuentista, ni solamente ensayista, sino un escritor con una gran serie de registros en su trabajo con el lenguaje.

Su segunda novela, ‘El libro flotante de Caytran Dolphin’ (2006), es una fascinante ficcionalización de un Guayaquil destruido a cuyo hundimiento solamente sobreviven las lomas de Urdesa. Es una novela que trabaja profundamente con el lenguaje y con la metáfora. Además, en ella Valencia consigue un dialogo interatlántico que descifra las entrañas de las diásporas humanas.

Para él, tanto la inspiración como la sola disciplina son mitos a la hora de entender el talento de un escritor. “Lo que tenemos es una suma de las dos”, comenta y agrega que si bien la necesidad de musas es algo ridículo, si existe una cuestión cognitiva que surge en el momento en que una sinapsis especial y reveladora se produce: “eso que ahora llaman la serendipia, esa aparición fulgurante o epifanía que revela las cosas”, lo que se conecta con la idea de que “es ineludible la disciplina y el trabajo y la reescritura”.

Valencia, en su residencia en Barcelona, escribe 3 horas diarias, de 9 a 12hoo. Además, empieza escribiendo en papel pese a que domina la tecnología. “Hay una cosa que si creo que es fundamental en la misma escritura: el hecho de escribir a mano es de alguna manera una forma de dibujar y, curiosamente, hace que la tesitura de la escritura sea diferente y se graba en la mente humana” dijo el novelista guayaquileño y acotó que “la experiencia de la escritura caligráfica creo que es uno de los más altos niveles en los que la escritura da todo de sí”.

Planea acabar su siguiente novela, ‘Landor’, a mediados del año siguiente. Una obra que seguramente superará las 600 páginas. “En realidad no me interesa tanto saber qué va a pasar con el libro, lo que me interesa es que el libro quede como yo quiero que quede, para mí ese es el reto”, finalizó.

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