Otro paquetazo tributario

Diego Ordóñez
Quito, Ecuador

El SRI publicita que no se han incrementado impuestos, sino que ha mejorado la recaudación. La disonancia entre la verdad y la realidad es usual en la profusa publicidad correista. La realidad muestra que esa concepción sociopopulista y redistributiva estatista, se expresa en nuevas formas impositivas que ha incrementado en 6% la carga tributaria desde 2007. A pesar de ello, para los voceros del gobierno, no pagamos suficientes impuestos.

En el último show sabatino, el presidente con lenguaje pontifical en conjugación de primera persona del plural aunque se refería a él, afirmó que “por suerte sabemos de economía” como aliento que podrá enfrentar momentos difíciles ahora que el cuerno de la abundancia se seca. Y para muestra de su sapiencia afirmó, con inmensa simpleza, que si faltan recursos aumentará impuestos a los ricos. Aprovechó para amenazar al sector financiero como si fuere una caja alternativa de donde agarrar recursos para financiar el desmedido populismo y derroche.

Una primera dosis de esa sabia receta para solventar la crisis se contiene en la undécima reforma tributaria enviada a la Asamblea el viernes 28 de noviembre. En ella se insiste en otras formas de retirar dinero de uso de los particulares para que sean manejados por la burocracia. Este proyecto, además, contradice otra afirmación pontifical en el sentido que los agentes económicos han tenido el mejor ambiente para hacer negocios y que la supuesta estabilidad política ha permitido estabilidad en la reglas. Lo que es, sin duda, otra muestra de disonancia entre la versión publicitaria y la realidad.

Con certeza los manipuladores de la verdad afirmarán que este nuevo paquetazo tributario no crea impuestos. Pero, se eliminan exenciones, se cambian porcentajes y se reducen beneficios. Los afectados van, a fin de cuentas, a tributar más pues de sus ingresos es menos lo que podrá deducirse costos y gastos y será mayor la base imponible.

En esta cruzada impuestera ni siquiera se excluye a los ciudadanos de tercera edad. El beneficio de retorno del IVA en los hechos quedaría eliminado pues se devolverá exclusivamente el pagado en los consumos de productos de primera necesidad. Cambio tramposo pues la mayoría de esos productos no está gravado con IVA.

En mayo de este año se aprobaron reformas a la Ley de Mercado de Valores para estimular el mercado de papeles de renta variable. En el Código de la Producción se estimula la entrega de acciones en favor de los trabajadores. Contradictoriamente, en estas reformas se penaliza con impuestos a la venta de acciones de sociedades lo que anulan los estímulos de esas leyes. Por otro lado, el Código Monetario obliga a entidades financieras a deshacerse de acciones en otras sociedades. Tal el caso, según lo expuso su Presidente, del Banco del Pichincha y la sociedad emisora de la tarjeta de crédito Diners. Sus dueños, forzados por ley a vender sus acciones (que afecta inmoralmente el derecho de propiedad), se ven además obligados a tributar por ello. Tampoco es de excluir la posibilidad de una afectada orientación de estas normas.

Hace dos años se obligó a instituciones del sistema financiero a deshacerse de las empresas de seguros. Algunas transnacionales se instalaron en Ecuador. Tan pronto eso sucede, se disminuye los porcentajes de deducción de las remesas por reaseguros. De igual forma, una vez que aumentan las exportaciones de banano, este proyecto incrementa los porcentajes de tributación, que en esa actividad se calcula sobre las ventas. En ambos casos, la carga impositiva se incrementa.

En cuanto a los incentivos para estimular la inversión privada, se ha reconocido la ineficacia de aquellos establecidos en el Código de la Producción vigente desde 2010, a pesar del pronóstico de sus entusiastas autores. Los productores no han incrementado volumen de producción, aún aquellos beneficiados con medidas de protección, por la estrechez del mercado local y por la incertidumbre sobre la sostenibilidad del consumo, tan dependiente de la liquidez petrolera.

No obstante, en pocas líneas aparecen algunos estímulos marcadamente orientados para favorecer a la inversión china. Coincidencialmente ahora que se anuncia un viaje a ese país para desbloquear las ofrecidas inversiones en la Refinería del Pacífico. Para este proyecto y para el Coca Codo-Sinclair la reforma es dadivosa y concede 10 años de exoneración de impuesto a la renta; y por el monto un acuerdo de estabilidad tributaria.

Así como esta exoneración tiene un objetivo dirigido a favor de los amigos, las eliminaciones de otras exoneraciones también lo tienen, pero en contra de los enemigos. Así como los cambios en las normas sobre residencia fiscal.

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