Ocho años de prisión a militares acusados de conspirar contra Maduro

Militares activos y retirados, incluso un general de la aviación, fueron condenados en su mayoría a ocho años de prisión acusados de conspiración para derrocar al presidente Nicolás Maduro.

«La Patria hace justicia! Tribunales Militares sentencian 8 oficiales ‘Operacion Jericó’ por Instigación a Rebelión y Contra Decoro Militar», escribió el miércoles el ministro de Defensa, general en jefe Vladimir Padrino López, en su cuenta en la red social de Twitter.

La sentencia sobre el grupo se produjo luego que el 12 de marzo pasado el presidente Maduro denunció que había sido desarticulado un plan para ejecutar un golpe de Estado y asesinarlo junto con otros dirigentes oficialistas. Y se informó de la detención del grupo.

El informe del ministro Padrino López es el primero en relación al juicio de los militares, quienes habrían sido sentenciados la noche del martes por el Tribunal militar de Control de Caracas, de acuerdo a versiones de prensa.

No quedó claro de inmediato la cifra total de sentenciados. Mientras Padrino López mencionó que fueron ocho los sentenciados, la prensa local, citando a abogados defensores, apuntan que fueron nueve.

Se intentó conocer los comentarios de los voceros del tribunal militar sin obtener respuesta el miércoles.

El general de Aviación Oswaldo Hernández fue condenado a ocho años y siete meses de prisión por los delitos de instigación a la rebelión y contra el decoro militar, reportó el diario El Universal.

Una sentencia semejante se pronunció en contra de los aviadores, mayores César Orta y Víctor Ascanio; los capitanes Neri Córdoba, Andrés Thomson Martínez y Laired Salazar, está última la única mujer sentenciada.

Un coronel del ejército retirado y un teniente coronel de la Aviación fueron condenados a más de siete años, en tanto, un capitán retirado de la Guardia Nacional fue sentenciado a casi cinco años y medio.

Maduro ha dicho que dirigentes opositores y funcionarios estadounidenses, que no mencionó, estaban involucrados en la intentona, y sin mostrar pruebas, acotó que la llamada «Operación Jericó» implicaba el uso de un avión Tucano para atacar el palacio presidencial y asesinarlo, entre otros objetivos en Caracas.

Washington entonces calificó de «risible» que el gobierno venezolano le atribuyese responsabilidad por los problemas que acosan a la nación sudamericana. Maduro acusó después al vicepresidente Joe Biden de conspirar para derrocarlo.

El gobernante —a semejanza de su predecesor, el difunto presidente Hugo Chávez— ha denunciado durante sus más de dos años de gobierno unos seis planes de magnicidio y más de dos decenas de actos de sabotaje y complot.

La oposición ha desestimado esas denuncias y asegura que forman parte de una estrategia para distraer la atención de los venezolanos de los graves problemas que padece el país. Maduro asumió el mando en abril de 2013 tras la muerte de Chávez.

Venezuela está sumida en una aguda crisis económica, la cual incluye una inflación galopante que el año pasado cerró encima de 64%, severos problemas de desabastecimiento y una recesión que se prevé se agrave este año por la caída de los precios del petróleo, la principal fuente de ingresos del país. [I]

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