Las partes sirias se encaminan a un alto el fuego con incógnitas abiertas

ARCHIVO Soldados sirios a bordo de tanques transitan por la ciudad de Deir Ads, en Deraa, Siria el miércoles 11 de febrero de 2015. Las autoridades sirias lanzaron ayer una amplia ofensiva en la provincia sureña de Deraa, donde consiguieron retomar la población de Deir Ads. EFE/Str

El Gobierno y la principal agrupación de la oposición siria han aceptado el alto el fuego acordado por EEUU y Rusia, que está previsto que comience en la medianoche del próximo día 27 y que abre la incógnita de cómo se va a aplicar.

Una fuente de alto rango del Ministerio de Exteriores sirio anunció hoy en un comunicado la aceptación por el Ejecutivo de Damasco del «cese de las operaciones de combate».

Aun así, subrayó que esta aprobación gubernamental es «sobre la base de la continuación de los esfuerzos militares de lucha antiterrorista contra el ‘Dáesh» (acrónimo en árabe del Estado Islámico, EI), el Frente al Nusra y otras organizaciones terroristas vinculadas con Al Qaeda».

Con el fin de garantizar el éxito del alto el fuego, las autoridades sirias expresaron su disposición a continuar coordinándose con Rusia para determinar las zonas y grupos armados que estarán incluidos en la tregua.

Aun así, el Ejecutivo sirio advirtió de que las Fuerzas Armadas se reservan el derecho «de responder a cualquier violación cometida por esos grupos contra civiles sirios o el Ejército».

El Departamento de Estado de EEUU reveló ayer que Washington, que apoya a las organizaciones opositoras, y Moscú, aliada del régimen de Damasco, habían acordado un alto el fuego en Siria a partir de la medianoche del 27 de febrero, del que se excluye al EI y al Frente al Nusra.

La Comisión Suprema para las Negociaciones (CSN), la principal alianza de la oposición siria, publicó un comunicado anoche tras una reunión de urgencia en Riad en el que confirmó «su aceptación de los esfuerzos internacionales para un cese de las hostilidades».

No obstante, subrayó que su aprobación es condicional y depende del cumplimiento de los artículos 12, 13 y 14 del Consejo de Seguridad de la ONU, que exigen el fin de los asedios, la entrada de ayuda humanitaria, la liberación de detenidos y el cese de los bombardeos aéreos y de artillería y de los ataques a civiles.

Estos esfuerzos para un alto el fuego se producen cuando está a punto de cumplirse el quinto aniversario del inicio del conflicto en el país árabe, el próximo 15 de marzo.

Según datos publicados hoy por el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, al menos 271.138 personas, de las que 79.106 eran civiles, han muerto en Siria desde el comienzo de la contienda.

Los preparativos para el alto el fuego han empezado a ponerse en marcha, y Rusia entregó hoy a EEUU los datos de contacto para establecer una línea directa de comunicaciones de cara a la tregua.

Las autoridades rusas también han habilitado un centro de coordinación para la reconciliación de las partes en conflicto, que opera en la base aérea de Hamimim, en la provincia costera siria de Latakia.

En paralelo, en Damasco, la cuenta atrás ha empezado a correr para la celebración de elecciones legislativas, convocadas anoche por el presidente sirio, Bachar al Asad, para el próximo 13 de abril.

Este martes, el Comité Judicial Supremo para las Elecciones ha definido los nombres de cada uno de sus subcomités en las distintas provincias.

El mandato de cuatro años del actual Parlamento, unicameral y que tiene 250 escaños, está a punto de agotarse, ya que la última vez que hubo comicios legislativos en Siria fue el 7 de mayo de 2012, en los que ganó por mayoría absoluta la alianza política del partido gobernante Baaz.

El director del libanés Instituto Issam Fares para Política Pública y Asuntos Internacionales, Rami Khoury, consideró que «esas elecciones no son nada serio y no tendrán ningún tipo de implicación en un país que está dividido».

El experto, cuyo instituto pertenece a la Universidad Americana de Beirut, descartó, por otro lado, en declaraciones a Efe que el alto el fuego vaya a abrir la puerta a una solución política a la guerra.

«El pacto entre Rusia y EEUU es para detener las hostilidades con el fin de que entre algo de ayuda humanitaria, y poco más, no hay ningún acuerdo para alcanzar una transición política ni cómo acabar con el EI», reflexionó.

A su juicio, si el régimen y los opositores han aceptado la tregua es porque «los rebeldes están teniendo ahora problemas sobre el terreno, y el Gobierno está recibiendo muchas críticas por su actuación. Todo el mundo está perdiendo y la población está sufriendo mucho».

Khoury auguró que ambas partes volverán a sentarse en la mesa de negociaciones en Ginebra, pero dudó que vayan a ponerse de acuerdo en algo más que no sean asuntos humanitarios. EFE [I]

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