Darín, desertor militar en ‘Kóblic’, su último film sobre dictadura argentina

Foto; diariosur.es

Buenos Aires,  (EFE).- El laureado actor argentino Ricardo Darín se transformó para ‘Kóblic’, su última película, en un atormentado piloto que huye del ejército tras oponerse a abrir la puerta de un «avión de la muerte» durante la dictadura argentina (1976-1983), un largometraje que se estrena mañana en los cines del país.

Se trata de una producción hispano-argentina conducida y escrita por el director Sebastián Borensztein y que cuenta con las interpretaciones de Óscar Martínez y la española Inma Cuesta como pilares de un «western» que aborda ese oscuro periodo de la historia reciente del país desde el punto de vista de los «victimarios».

«Lo que nosotros recreamos es la idea de un tipo que entra en una contradicción a raíz del horror del que pretende escapar», relató Borensztein en Buenos Aires durante la rueda de prensa posterior presentación de la película.

Ese «horror» del que se esconde Tomas Kóblic, caracterizado por Darín, es la imagen de tres personas vivas que son lanzadas al Río de la Plata por la puerta trasera de un avión, una escena que se hizo común durante los años de la última dictadura, como método de los militares para deshacerse de opositores al régimen.

Kóblic, quien deserta del ejército tras negarse a abrir la puerta de la aeronave, aterriza en Colonia Elena, un pueblo -ficticio- del interior argentino donde los efectos del control y la persecución militar se funden con el carácter rural de los habitantes para construir una historia que también tiene tintes de cine negro.

«Era insoportable el sentimiento de estar sumergido en el horror», relató Darín en declaraciones a los medios al repasar el proceso que acometió para sumergirse en un personaje duro, introspectivo y esquivo, marcado mentalmente por las duras escenas a las que se enfrentó.

‘Kóblic’ es una película que retrata, según Darín, una temática «muy sensible» y es la primera producción en la que aparecen imágenes explícitas de cómo eran esos «vuelos de la muerte» como se les denomina en el imaginario colectivo de los argentinos, un hito que el actor atribuye al «coraje» de los guionistas y del director.

El personaje al que caracteriza en la cinta se cruza con Nancy, interpretada por Inma Cuesta, quien tuvo que superar un intenso reto para introducirse en su papel: imitar el complicado acento del interior de Argentina, algo que según Darín, logró con creces.

Martínez, por su parte, representa al comisario de Colonia Elena, antagonista de Kóblic, un personaje definido por el propio actor como «hediondo, de pelo aceitoso y con los dedos impregnados de nicotina», que acababa desempeñándose como una suerte de espía del ejército que choca continuamente con el protagonista.

Es, en definitiva, un retrato más -ficticio, pero basado en hechos que ocurrieron- de unos años de terror y violencia que ya han sido extensamente repasados por el cine argentino pero que, en este caso, se abordan desde la perspectiva de quienes infringieron el daño.

Para Darín, el ángulo de enfoque «siempre se va moviendo» y va terminando de conformar «una imagen completa de lo que ocurrió» en términos narrativos. EFE

 

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