Dudas sobre acusación contra Temer generan sospechas en la justicia brasileña

El presidente de Brasil, Michel Temer, habla con la prensa durante su visita al centro de control de operaciones en la sede del Ejército en Río de Janeiro, Brasil, el domingo 30 de julio de 2017. (AP Foto/Leo Correa)

Las dudas en torno a los testimonios del grupo JBS que acusaron de corrupción al presidente brasileño, Michel Temer, le dieron hoy un respiro al gobernante y sembraron sospechas sobre la actuación de la Fiscalía y hasta de la propia Corte Suprema.

El valor de la declaración ante la justicia de los directivos de JBS fue puesto en tela de juicio por el fiscal general, Rodrigo Janot, quien dijo haber recibido un audio en el que los dueños de la firma hacen «referencias indebidas» a su despacho y a jueces del Supremo y revelan haber «omitido» información en sus testimonios.

Las denuncias de JBS habían servido a Janot para presentar una primera acusación de corrupción contra Temer, que fue rechazada por la Cámara baja, y también para preparar nuevos cargos contra el mandatario, que serían formulados en los próximos días.

Sin embargo, el propio Janot admitió que la declaración de los dueños de JBS deberá ser revisada y que, según el resultado, su valor legal pudiera ser anulado, con lo que se invalidarían los beneficios obtenidos por los empresarios por su colaboración.

Temer, quien está en China, donde asiste a la cumbre del foro BRICS, dijo a periodistas que recibió esa información «con la misma serenidad de siempre» y reiteró su «respeto por las decisiones que puedan tomar la Justicia y el Ministerio Público».

Su abogado, Antonio Claudio Mariz, anunció que insistirá ante el Supremo y volverá a pedir la «anulación total de supuestas pruebas» obtenidas contra Temer con los testimonios de los directivos de JBS, que «están viciados y son totalmente inválidos» ante la ley.

Janot, quien concluirá su período en la Fiscalía dentro de dos semanas, aclaró no obstante que si bien se comprobó una «omisión de información», eso no anula «las pruebas obtenidas hasta ahora», con lo que dejó abierta la posibilidad de otra denuncia contra Temer.

Uno de los puntos en que pretende afincarse Mariz es el papel en esa trama de Marcelo Miller, antiguo colaborador de Janot que dejó la Fiscalía a fines del año pasado, luego trabajó para JBS y en el nuevo audio se sugiere que fue «captado» por los empresarios para facilitar el acuerdo que los libró de la prisión.

La sospecha sobre el antiguo fiscal ya había sido sembrada por Temer cuando Janot presentó la primera denuncia en su contra y se dijo víctima de una «infamia» y una «conspiración».

«Ese señor, Marcelo Miller, ha ganado millones en su nuevo trabajo» y «podríamos concluir que tal vez esos millones no fueron solo para él» y pudieran haber beneficiado incluso a Janot, insinuó el mandatario en esa ocasión.

Más allá de la actuación de Miller en el caso, las dudas que genera el nuevo audio recibido por Janot, aún no divulgado en forma oficial pero del que la prensa local ha obtenido algunos trechos, pudieran salpicar a algunos magistrados del Supremo, que habrían sido citados en esa grabación.

La prensa local baraja diversas hipótesis y sugiere que al menos cuatro de los once miembros de la corte son nombrados en ese audio, aunque todavía se desconoce si se les compromete en algún asunto.

El presidente de la Cámara de Diputados, Rodrigo Maia, quien en ausencia de Temer ejerce la primera magistratura, consideró hoy que las dudas en torno a los testimonios de JBS son «graves» y merecen una «respuesta dura» de las autoridades judiciales.

El juez Marco Aurelio Mello, uno de los miembros del Supremo, manifestó su indignación y pidió un esclarecimiento «rápido», pues «todos quedan bajo sospecha» y «la población puede creer que todos los magistrados de la corte están en algo sucio».

El aparente respiro que el nuevo audio le ha dado a Temer sólo fue empañado por otra operación, de la Policía Federal, en la que se hallaron ocho maletas y grandes cajas repletas de dinero, en un apartamento que sería usado por Geddel Vieira Lima, exministro que mantiene una muy estrecha amistad con el mandatario.

Vieira Lima está en prisión domiciliaria por supuestos intentos de obstruir la acción judicial, pero también fue implicado por los dueños de JBS en los mismos asuntos turbios que han salpicado al presidente Temer. EFE

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