Secesionistas admiten que Gobierno catalán no estaba listo para la independencia

Varias personas ondean banderas independentistas catalanas, o esteladas, en Barcelona, después de que el parlamento de la región aprobase una moción para declarar la independencia de la República de Cataluña, el 27 de octubre de 2017. (AP Foto/Santi Palacios)

El Partido ERC (republicanos independentistas), que formó parte del cesado Gobierno catalán, admite que ese ejecutivo «no estaba preparado para hacer efectiva la declaración de independencia» ante un Estado «autoritario», apuntó hoy su portavoz, Sergi Sabrià.

ERC, favorito en las encuestas para ganar las próximas elecciones regionales, formó parte del último Gobierno de Cataluña junto con el PDeCAT (nacionalistas de centro), a través de la coalición Junts pel Sí (JxSi), conformada con el principal objetivo de alcanzar la independencia de esa región española.

JxSí puso en marcha la ley del referéndum y la de transitoriedad, destinada a articular una hipotética república catalana, y culminó con la declaración de independencia del pasado 27 de diciembre.

Como respuesta, el Gobierno central, presidido por Mariano Rajoy, decretó el cese del Gobierno regional, la disolución de su Parlamento y la convocatoria de elecciones regionales el 21 de diciembre.

El portavoz republicano denunció este lunes que el Gobierno de Rajoy, no tenía «límites para aplicar la represión y la violencia» para impedir la secesión y afirmó tener «pruebas claras» de que esta «represión y violencia» podía ocurrir, aunque no las especificó.

Sin embargo, explicó que el Ejecutivo de JxSí tenía «una línea roja infranqueable, que era que no hubiese violencia y que el proceso fuese pacífico».

Los independentistas han denunciado la actuación de las fuerzas de orden público del Estado el pasado 1 de octubre para tratar de impedir el referéndum independentista convocado por el Gobierno catalán, suspendido por el Tribunal Constitucional, y han puesto en entredicho la actuación de la Justicia contra los políticos catalanes que han facilitado el proceso secesionista.

Sabrià corroboró la afirmación realizada ayer por la exconsejera de Enseñanza del Gobierno catalán Clara Ponsatí desde Bruselas, cuando afirmó que su gabinete no estaba «suficientemente preparado» para «dar continuidad política de forma sólida» a los resultados del referéndum independentista del 1 de octubre.

Por otra parte, la vicepresidenta del Gobierno español, Soraya Sáenz de Santamaría, calificó hoy el proceso secesionista catalán como un «negocio para algunos, los independentistas, pero una ruina para el conjunto de Cataluña«, y llamó a «desmontarlo» en las elecciones del 21 de diciembre.

A esos comicios tienen previsto presentarse todos los partidos independentistas catalanes, pese a que en un principio criticaron la convocatoria, ya que fue realizada por el Gobierno central.

Sobre el escenario que dibuja el independentismo para después de esas elecciones, el portavoz republicano no precisó si en el programa de ERC figurará o no un mandato explícito para hacer efectiva la proclamación de la república en la siguiente legislatura.

No obstante, insistió en que su partido no renunciará a sus principios independentistas, aunque dejó claro que «seguirá manteniendo como línea roja la no violencia».

Las declaraciones de Sabrià se producen el mismo día en que se ha conocido la entrevista que el expresidente Carles Puigdemont hizo al diario belga Le Soir desde Bruselas en la que afirmaba que una solución diferente a la independencia es «siempre posible».

En diversos medios de comunicación españoles se ha cuestionado en los últimos días la falta de reacción desde el Gobierno y el Parlamento de Cataluña ante la respuesta del Estado central frente a su desafío secesionista.

Sin embargo, miles de personas se mantienen movilizadas a favor de la independencia, como se vio, no solo en el referéndum del 1 de octubre, sino en las manifestaciones posteriores, tanto contra las medidas del Gobierno central como contra la actuación de la Justicia, que ha llegado a encarcelar a ocho de los antiguos miembros del cesado Ejecutivo catalán, entre ellos su exvicepresidente, Oriol Junqueras. EFE

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