Políticos de India se comprometen a luchar contra la tuberculosis

Persona enferma con tuberculosis. Foto de Archivo, La República.

India registró en 2017 un cuarto de los 10 millones de casos de tuberculosis del planeta, una enfermedad contra la que el primer ministro indio, Narendra Modi, se ha comprometido a luchar dando esperanzas a expertos, aunque preocupe la falta de planes concretos y el foco en el sector privado.

Hoy se celebra el Día Mundial de la Tuberculosis para recordar que la enfermedad infecciosa mata más que cualquier otra en todo el planeta, así que una reducción en el número de casos en la India supondría un gran avance, explicó a Efe la directora científica de la Unión internacional contra la tuberculosis y enfermedades respiratorias, Paula Fujiwara.

«Creo que la India tiene los recursos para hacerlo, es una cuestión política. Si el primer ministro de un país, no importa cuál, dice que es importante entonces puede hacerse», explicó a Efe.

Es por ello que el compromiso tomado por Modi el año pasado de acabar con la tuberculosis en el país asiático antes de 2025 es esperanzador, según la experta.

Parece que esta vez las promesas van acompañadas de hechos: la India triplicó entre 2016 y 2018 el gasto en dinero público destinado a esta enfermedad, pasando de unos 100 millones de dólares a 458, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Pero como en el resto del mundo, la tuberculosis en la India está asociada a un estigma social que se suma a factores como la falta de higiene y la desnutrición, que dificultan su tratamiento.

Fujiwara destacó que hoy en día hay pacientes con sida, que en muchos casos va asociado a la tuberculosis, que asumen más fácilmente su enfermedad.

«Hay personas con sida que dicen bueno, yo tengo sida y vivo con la enfermedad, pero con la tuberculosis no es así (…) Yo tengo un paciente que tiene los dos. Puede decir sí, tengo el sida. Pero la tuberculosis, no», relató.

Para luchar contra el estigma, la Unión entrena a voluntarios de comunidades desfavorecidas para recorrer barrios chabolistas y zonas remotas sin acceso a servicios médicos buscando a personas infectadas.

«Vamos a esas zonas, casa por casa», explicó a Efe el encargado del proyecto, Subrat Mohanty.

La red cubre unos 30 millones de personas en un país que cuenta con un precario sistema de acceso a la sanidad y que, según el Banco Mundial, gastó el 1,4 % de su Producto Interior Bruto en el sistema de salud en 2014, por detrás de vecinos relativamente más pobres como Bangladesh.

La idea es también controlar el tratamiento, aseguró, ya que uno de los grandes caballos de batalla en la lucha contra la tuberculosis es que los afectados abandonan el tratamiento de seis meses a las pocas semanas al sentirse curados.

La India cuenta con casi un cuarto de todos los casos de tuberculosos denominados «multirresistentes», que no responde a los tratamientos comunes.

Pero los expertos se mantienen cautos frente al avance contra la tuberculosis en la India, pese a la esperanza generada por el compromiso político de Modi.

Una comisión de 37 expertos de 13 países formada por la revista médica The Lancet, en la que Fujiwara participó, llamó a la India a desarrollar «un plan claro que describa cómo el Gobierno va a cumplir», en un informe publicado el pasado miércoles.

«Damos la bienvenida al compromiso de la India de eliminar la tuberculosis antes de 2015, pero creemos que debería prestarse muchísima más atención a los servicios de salud primaria y a reducir los elevados gastos en medicinas (de los pacientes) de su propio bolsillo», advirtió la comisión.

El Gobierno indio planea apoyarse en el sector sanitario privado, a pesar de que deja mucho que desear cuando se trata de curar la tuberculosis, según un estudio citado en el informe.

«Solo un tercio de los médicos privados trataron correctamente la tuberculosis cuando tuvieron un paciente claro con esta enfermedad», sentenció el informe. EFE (I)

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