Chloé Esposito lleva la locura a otro nivel con su novela «Loca»

Portada del libro "Loca"

Redacción Guayaquil.- Cuando hace un par de años empezó el «boom» de las escritoras inglesas de literatura para chicas (“chic lit”) tales como Paula Hawkins (la chica del tren) o Ruth WareLa mujer del camarote 10″), empecé a leer muchas reseñas con alabanzas para Chloé Esposito y su trilogía compuesta por “Loca”, “Mala” y “Peligrosa”, que se convirtió en un super éxito de ventas. La he encontrado en la librería cercana a mi casa y la he devorado en una semana.

Chloé Esposito, (Cheltenham, Inglaterra, 19991) a quien se ha llamado “el nuevo fenómeno de la literatura para mujeres”, iniciado por la adorable“Bridget Jones”, se graduó en Literatura Inglesa en Oxford, fue consultora de negocios, maestra de inglés y estilista de moda y ahora es escritora de tiempo completo. Vive en Lodres con su familia,

El inesperado éxito de “Loca”, su primera novela,  la convirtió en la trilogía «Loca», «Mala» y «Peligrosa», sus derechos se han vendido en 25 países y Universal Estudios la va a llevar a la pantalla grande pronto.

Cuando comienzas a conocer a Alvina Knigtly (la protagonista y narradora), parece la típica looser inofensiva, resentida con la vida y con su hermana gemela Beth, (que resulta que es tan  idéntica a ella que solo su madre las diferencia, pero a quien Alvie, considera más bonita que ella,  más exitosa, más elegante, más afortunada, más todo, y a quien envidia y cela profundamente).

Parece una trivial rivalidad entre hermanas, pero empiezas a alucinar cuando vas adentrándote, entre estupefacta y  horrorizada, en las aventuras de Alvie,  cuya vida está dominada por las adicciones al trago, al sexo casual y a las redes sociales y asfixiada por la pobreza, pero que da un vuelco cuando su hermana gemela la llama insistentemente porque necesita que le hago un favor y que vaya a visitarla a su casa de Taormina, Italia,  pese a que llevan años sin hablarse.

Alvie acepta la invitación y termina en Italia, donde se le ofrece la oportunidad de cambiar el color de su vida, del gris del cielo de Londres,  por el  amarillo brillante del de Sicilia.

Chloé dice en sus entrevistas que siempre le gustaron los villanos, sobre todo los de Shakespeare, sobre todo “Yago” y que quería hacer una novela sobre una antiheroína en el Londres actual.  Quería mostrar que las mujeres también pueden ser malvadas y gozar de ejercer el poder. Y me viene a la mente el nombre otra inglesa malvada, Bellatrix Lestrange, la mortífaga de Harry Potter, con la diferencia de que esta obedecía a Lord Voldemort y Alvie no tiene más amo que sus propios impulsos.

Advierte Chloé que su protagonista no es ella, que tiene su maldad y su sentido del humor y la misma pasión por los hombres italianos, pero que hasta ahí nomás.

Esta novela, que es una mezcla de novela romántica, novela negra y comedia de enredos, puede ser lo más insólito que hayas leído en tu vida.

Esposito no tiene compasión con tus nervios y te mantiene en una montaña rusa «in crescendo» de sorpresas, locuras y situaciones límites, mientras los ojos  se te salen de las órbitas, porque no puedes creer lo que lees.

Jamás el título de una novela fue tan exacto. Alvina está loca. Bien loca. Rematadamente loca. Cuando al fin asumes su locura, logras concluir que su personaje  es la representación de la perfecta psicópata, pero la magia de Chloé logra que simpatices un poco con ella  al mostrarnos  su lado vulnerable, de vez en cuando.

Si estás aburrida con tu vida, léela, si quieres vivir aventuras más allá de los límites, desde la tranquilidad del sofá de tu casa, léela.  Cuando cierres el libro y te seques la frente, encontrarás un nuevo gusto en la rutina de todos los días.

Chloé con su Alvie, saca a nuestra sombra como mujeres desde debajo del sofá y la pasea por el mundo, desnuda de toda hipocresía.

Puede ser aterrador, pero no deja de ser refrescante y liberador el poder mirarnos como mujeres en el espejo de Alvie  y enfrentar nuestros impulsos, bajas pasiones, locuras y ansias de poder. 

Quizás queremos serlo, pero no somos ángeles y Chloé Esposito se ha lucido en demostrarlo.  Y es una tarea pendiente el poder integrar nuestra sombra, entendiendo a la sombra en los términos de Jung, como esa parte inconsciente de nuestra psiquis que ocultamos, reprimimos o nos negamos a reconocer.

 Chloé ha dicho que no puede parar, que no puede hacer que Alvie se calme, que tiene que hacerla más y más extrema.

Yo me estoy preparando mentalmente para leer “Mala”. Después de todo, apenas sobreviví a “Loca”.

Pero debo reconocer que nunca estar loca fue tan divertido.

(O)

María Rosa Jurado

 

 

 

 

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