Cónsul sueco visita a Ola Bini, detenido en una cárcel de Quito

QUITO-ECUADOR (23/04/19). Los padres de Ola Bini acompañados del Cónsul de Suecia Ola Ernberg, llegaron al CDP del Inca para realizar una visita al detenido Ola Bini. FOTOS API/CRISTINA VEGA.

El cónsul honorífico de Suecia en Quito, Ola Ernberg, visitó este martes al informático sueco Ola Bini, detenido en una cárcel de Quito por sus presuntos vínculos con una supuesta red de espionaje relacionada con WikiLeaks.

La visita tuvo como objetivo verificar las condiciones de la detención del informático, detenido hace dos semanas, el mismo día en que Ecuador retiró el asilo al fundador de WikiLeaks, Julian Assange, lo que permitió que la policía británica se lo llevara de la sede de la Embajada ecuatoriana en Londres a una cárcel.

«Siempre es delicado estar detenido», pero Bini «está relativamente bien», comentó Ernberg en declaraciones a periodistas que acudieron al centro de detención donde el informático sueco se encuentra desde que fuera arrestado el pasado 12 de abril.

La visita de Ernberg tenía como objetivo «ver su estado de salud, su estado anímico» y forma parte de la responsabilidad consular, agregó Ernberg que no quiso ahondar sobre la entrevista que mantuvo con Bini.

No obstante, insistió en que las condiciones de cualquier detención son siempre difíciles, tomando en consideración que la persona arrestada comparte «con un montón de detenidos en una habitación (celda) y la alimentación es precaria, la dormida es complicada».

«Tomando en cuenta las circunstancias, está relativamente bien», reiteró Ernberg al comentar que Bini es vegetariano, lo que complica aun más la situación de su alimentación, pese a lo cual el tema «se está resolviendo».

Ernberg recordó, además, que el embajador ecuatoriano en Suecia, Lautaro Pozo, fue llamado a la Cancillería en Estocolmo para que también explique sobre las condiciones de detención de Bini.

Gorel Bini, la madre del informático, que acompañó al consul hasta el centro de detención, dijo de su lado que espera que su hijo salga pronto en libertad porque «no ha hecho nada criminal».

Ella, apoyada por una intérprete, aseguró que en el centro de detención en el que se encuentra su hijo no hay el tiempo necesario para que salga a un espacio abierto y que tampoco puede recibir vistas diarias.

«Estamos preocupados por nuestro hijo», agregó Gorel Bini, quien acudió al centro de detención junto a su esposo Daj Gustafsson.

El Gobierno de Suecia pidió hoy mismo a Ecuador aclarar la situación legal de Ola Bini y que se precisen las acusaciones que se han formulado en su contra.

«El Ministerio de Asuntos Exteriores ha pedido que se clarifiquen las acusaciones que se han formulado contra el ciudadano sueco y más información acerca del proceso legal», señaló a Efe Vilhelm Rundquist, portavoz de la Cancillería sueca.

Dicha reunión tuvo lugar días después de que los padres del informático enviasen una carta abierta a las autoridades suecas reclamando su intervención en el caso y acusando a Ecuador de violar sus propias leyes y los derechos humanos.

Entre sus denuncias figuran que Bini estuvo retenido 17 horas sin que se le notificase de qué estaba acusado, que no se le informó de sus derechos en su lengua ni se le mostró orden de detención.

La Cancillería sueca confirmó también que el primer ministro, Stefan Lofven, ha recibido una carta impulsada por una plataforma a favor de la liberación de Bini y que firman, entre otros, el filósofo Noam Chomsky, la actriz Pamela Anderson y la escritora Arundhati Roy.

En la carta se le pide que actúe de forma «enérgica e inmediata» y se denuncia que las acusaciones son «falsas y absurdas».

Bini, de 36 años, ha sido acusado por el Gobierno ecuatoriano de pertenecer a una presunta red que se dedicaba a infiltrarse en sitios oficiales del país suramericano.

Ecuador sostiene que esa red podría haber sido dirigida desde la embajada, donde Assange trató de instalar un «centro de espionaje», en palabras del presidente ecuatoriano, Lenín Moreno.

Assange se encuentra detenido en Londres, a la espera de una decisión sobre una eventual extradición a Estados Unidos, donde teme ser condenado a prisión por «conspiración para infiltrarse en ordenadores» gubernamentales para obtener información clasificada.EFE

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