Tensión (y tanquetas militares) rodean Carondelet

Quito, 6 de octubre de 2019. Llegada de tanquetas, militares y policías al Palacio de Carondelet, en el centro de Quito. FOTOS API/CRISTINA VEGA

Movimientos de tanquetas militares se ha registrado en el centro de Quito, alrededor del Palacio de Carondelet, aproximadamente desde las 20h00. Otros vehículos del Ejército han sido vistos en el sur de la ciudad. El movimiento ha sido confirmado por el ministro de Defensa, General Osvaldo Jarrín, quien sien embargo ha negado que se traten de tanquetas, y ha reconocido que se trata de «vehículos militares».

Jarrín ha comparecido, junto a la ministra de Gobierno, Maria Paula Romo, en un programa de televisión emitido por el canal estatal EcuadorTV para informar sobre el levantamiento indígena, como consecuencia de la eliminación del subisidio de los combustibles, decidido por el presidente Lenín Moreno.

Fuentes de Palacio de Gobierno han confirmado también la presencia inusual de personal militar: «corresponden a las tareas normales de patrullaje de vigilancia militar a nivel nacional de acuerdo al estado de excepción», han respondido a este sitio.

Este domingo, el presidente de la Confederación de Nacionalidades Indígenas de Ecuador (Conaie), Jaime Vargas, aseguró a Efe que están «cerradas» las posibilidades de diálogo con el Gobierno.

«Hemos cerrado totalmente el diálogo con el Gobierno, no hay diálogo hasta llegar a la ciudad de Quito», indicó Vargas en la cuarta jornada de protestas contra la eliminación de los subsidios a los combustibles, en el marco de un acuerdo crediticio con el Fondo Monetario Internacional (FMI).

«Aquí no estamos para negociar a espaldas del pueblo. El pueblo se ha levantado y eso es lo que se va respetar», apuntó antes de comentar que pretenden seguir avanzando estos días hacia Quito para concentrar en la capital sus protestas contra el Gobierno.

Los indígenas prevén un ingreso masivo a Quito hasta el próximo martes para sumarse, un día después, a una huelga nacional con los sindicatos y otros colectivos sociales en contra del Gobierno al que tildan de «neoliberal».

Las protestas estallaron el pasado jueves cuando entró en vigor la eliminación del subsidio a los combustibles, que derivó en un alza de 1,85 a 2,39 dólares en la gasolina «extra» (la más popular), y de 1,03 a 2,27 en la diesel premium.

Los transportistas paralizaron completamente sus actividades entre jueves y viernes, cuando anunciaron la suspensión de la medida, que se cumplió de manera parcial este fin de semana.

En la capital ecuatoriana, el sábado fue casi nula la presencia de autobuses, con excepción de los municipales, mientras que este domingo ha sido escasa. El servicio de taxis, por su lado, ha sido normal.

  • Con reportes de EFE

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