Académicos analizan en Ecuador el grado de amenaza a las lenguas indígenas

Manifestantes indígenas toman este martes el edificio de la Asamblea Nacional de Quito (Ecuador). Los manifestantes tomaron el edificio de la Asamblea Nacional (Parlamento) de Ecuador al grito de "¡fuera Moreno fuera!", tras tirar abajo las verjas de seguridad que rodaban la sede. EFE/ José Jácome

Seis académicos de varios países del mundo analizaron este martes en Quito el grado de amenaza que sufren las lenguas indígenas en el mundo, en un segundo simposio internacional que reunió a especialistas de Alemania, México, Brasil, Colombia y Ecuador.

«Las lenguas indígenas en un mundo globalizado» fue el nombre del simposio que se desarrolló en las instalaciones de la Universidad San Francisco de Quito, en el marco del Año Internacional de las Lenguas Indígenas proclamado por Naciones Unidas.

El antropólogo de la Universidad de Illinois Urbana-Champaing, Diego Quiroga, abrió el encuentro y enfatizó en la importancia de la creación de un espacio de discusión para tratar la «pérdida de saberes» a través de la extinción de las lenguas.

Las ponencias se enfocaron en tratar asuntos relacionados con las lenguas no codificadas o invisibles», que son aquellas de las que no se tienen registros completos, y sus implicaciones en el mundo contemporáneo.

La docente de lingüística hispánica de la Universidad de Bochum (Alemania) Laura Morgenthaler puso énfasis en la dificultad de enfrentar procesos migratorios para quienes hablan lenguas invisibles en África.

Según la docente, el 90 por ciento de las lenguas africanas no están codificadas y, por lo tanto, cuando sus ciudadanos realizan procesos migratorios su principal obstáculo es la imposibilidad de recibir información o poder llenar una solicitud en su propio idioma, por la ausencia de traductores de su idioma.

Morgenthaler afirmó que en la última Convención de Ginebra se estableció que los refugiados tenían derecho a un intérprete, aunque remarcó que si el ciudadano no habla una lengua codificada, usualmente «no tiene acceso a una traducción».

La especialista lamentó la presencia de vacíos legales en normativas, como el que surge del reglamento 604/2013 del Parlamento Europeo y del Consejo, que habla sobre la entrevista personal en el proceso de solicitud de asilo.

Dicha ley advierte de que la entrevista se celebrará en «una lengua que el solicitante comprenda o cuya compresión se puede razonablemente presumir».

Entonces, si no existe este requisito, «no se ejecuta (la entrevista) porque no se puede formalizar la petición de asilo», aseguró la lingüista.

Lo mismo ocurre cuando un latinoamericano busca hacer algún trámite legal, pues se asume «instantáneamente» que el individuo entiende español, de acuerdo con la especialista Edith Matías, experta en la traducción del zapoteco.

Esto ocurre pese a que, solo en México, existen 11 familias lingüísticas, 68 lenguas y 364 variantes dialectales con más de 7 millones de hablantes y, legalmente, todas estas pueden ser usadas en el ámbito nacional, detalló Matías.

No obstante, los individuos que deseen ejecutar trámites legales en una lengua indígena generalmente no pueden acceder a traducciones, remarcó la experta. EFE

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