En Carondelet hay una mano que gobierna

Carlos Jijón

Guayaquil, Ecuador

El presidente Guillermo Lasso ha echado por tierra cuatro décadas de la utilización del manual para tratar a los presidentes de la CONAIE. Mucho ha cambiado desde que Rodrigo Borja recibió en el Salón Amarillo de Carondelet al ya histórico Luis Macas, durante el primer levantamiento indígena en la ya lejana década de los ochenta, hasta que Lenín Moreno se reuniera con Jaime Vargas para negociar, como si dos estados iguales se tratara, el destino del subsidio de los combustibles.

Consciente de que los tiempos son otros, esta madrugada, Lasso ha actuado de acuerdo a las circunstancias actuales y entregado a la Justicia a Leonidas Iza, un presidente de la CONAIE que según sus propias declaraciones públicas no buscaba reivindicaciones para su pueblo sino derrocar al gobierno.

Iza es descrito como el más radical de los presidentes de la CONAIE, un mariateguista (una versión latinoamericana del marxismo) convencido de la violencia como gestora de la Historia. Sin embargo, un análisis más terrenal de sus actuaciones, permiten sospechar que sus motivaciones para convocar a la movilización nacional que lo ha llevado a la cárcel, pudieran ser no tan ideológicas.

La paralización nacional e indefinida ocurre semanas después que el asambleísta Fernando Villavicencio divulgara una fotografía en la que se observa al más insigne de los legisladores correístas, el Honorable Ronny Aleaga, departiendo despreocupadamente en una piscina de Miami con un ciudadano de nombre Xavier Jordán, prófugo de la justicia por supuesta corrupción en los hospitales, y al que la Policía ha señalado como presunto testaferro de otro ciudadano, un señor Leandro Norero, cuya casa en el sector más elegante de Samborondón fue allanada por la Policía, acusándolo de dirigir las operaciones de narcotráfico de la banda de Los Choneros.

Iza enarbola como la principal de sus peticiones el congelamiento del precio de los combustibles, una medida que el presidente Lasso ya decretó en octubre de 2021. También exige que se respete el precio de sustentación de los productos agrícolas, en un momento en que el arroz y el maíz (los principales productos cuyos precios estaban por debajo del oficial) se han recuperado gracias a la exportación a Colombia. No deja de ser paradójico que la CONAIE reclame, al mismo tiempo, que se pague bien a los campesinos y que, a la vez, se controle los precios de los alimentos, alegando de que “todo está por las nubes”.

El argumento se sostiene en que la inflación en Ecuador ha subido en 0.53% en el último mes, hasta el 2.58% anual; en un momento en que América Latina, agobiada por las consecuencias de la guerra en Ucrania, experimenta un alza inflacionaria que ha subido la media de la región, de 6 al 8%. Esto es, Ecuador tiene actualmente uno de los índices de aumento de los precios más bajos del continente.

La CONAIE protesta también por el incremento de la violencia producto de la guerra de carteles del narcotráfico, y la inseguridad provocada por la pobreza consecuencia del desempleo. Al mismo tiempo, en la Asamblea Nacional, el sector de Pachakutik que controlan se opone de manera sistemática a una ley que permita el desarrollo de inversiones, y a una reforma laboral que flexibilice las contrataciones y permitan extender del empleo.

Iza y la CONAIE proponen paralizar el país en demanda de que se genere empleo. Las paradojas no dejan de ser inquietantes. Y las coincidencias tampoco. Las evidencias demuestran que el movimiento indígena no está solo en el cierre de carreteras, el ataque a los policías y la invasión a predios agrícolas, sino que encuentra un importante aliado en el correísmo.

Quién influye en quién. En la Asamblea, correísmo y CONAIE estuvieron juntos para defenestrar a la presidenta Guadalupe Llori, que provenía nada menos que de Pachakutik. Los mismos actores estuvieron juntos en octubre de 2021 para votar por el informe de una comisión que buscaba la destitución del Presidente Lasso dizque por haber provocado una honda conmoción social. Como esta no existía, al día siguiente de la emisión del informe, la banda de Los Choneros ejecutó una masacre en la Penitenciaría que conmovió hondamente al país.

Ahora es la CONAIE la que conmociona al país en momentos en que los reflectores apuntan hacia Aleaga y los de la piscina. ¿Cuán importantes son los de la piscina? ¿Son ellos los que mueven realmente los hilos? ¿Se refiere a ellos el ministro del Interior, Patricio Carrillo, cuando denuncia que debe investigarse de dónde está saliendo el dinero para financiar la movilización?

No solo las circunstancias han cambiado desde que el primer presidente de la CONAIE, Luis Macas, se reunió con el Presidente Rodrigo Borja en el Salón Amarillo de Carondelet, a fines de los ochenta. También los actores son otros. Leonidas Iza no es Luis Macas. El presidente de la CONAIE Antonio Vargas, que tras terminar el levantamiento contra el gobierno de Gustavo Noboa, regresaba a su tierra con un colchón a la espalda, no es ni parecido a este dirigente que ha sido capturado en la madrugada a bordo de una camioneta Toyota Fortuner.

El escenario es distinto. Y el hombre que preside Carondelet también.

Detención de Leónidas Iza, la madrugada del 14 de junio de 2022, en Cotopaxi.
  • Carlos Jijón, exdirector de LaRepública, ha sido Consejero de Gobierno del Presidente Guillermo Lasso hasta el 31 de marzo de 2022. Antes fue Decano de la Facultad de Comunicación de la Universidad de las Américas. Ejerce el periodismo desde 1982. Ha sido reportero de la revista Vistazo, Editor Político del diario HOY, donde también ejerció como Defensor del Lector; director nacional del noticiero «Televistazo», de la cadena Ecuavisa, y «24 Horas» de Teleamazonas. Tiene a su haber dos Premios Jorge Mantilla Ortega, entregados por el diario El Comercio y un Premio Eugenio Espejo, por la Unión Nacional de Periodistas.

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