Sobrevuelo a la tragicomedia ecuatoriana

Raúl Andrade Gándara

Rochester, Estados Unidos

Otra semana hueca. El mismo sainete opositor, los mismos discursos patrioteros y mediocres, el mismo morbo periodístico, ávido de escándalos, críticas y opiniones personales disfrazadas de noticias, el aburrimiento del público frente a la ausencia de hechos relevantes o concretos, el diálogo circular del gobierno frente a las preguntas insatisfechas y a las exigencias desmedidas de grupos extremistas. Nada nuevo bajo el sol en un país sin metas ni prioridades.

Un sistema de salud a la deriva, amarrete y sin visos de mejora, una total falta de correlación entre las necesidades y las disponibilidades de atención, pacientes abandonados a su suerte y administraciones codiciosas a cargo de lo que debería estar al alcance de todos y no sólo de sus bolsillos.

Una educación incipiente y sin metas, poblada de escuelas sobredimensionadas a pesar de una deserción escolar creciente, profesores mediocres que imparten consignas de odio antes que conocimientos y destrezas, universidades estatales y privadas dedicadas a la política y no a la excelencia, mientras producen anualmente profesionales que no encuentran empleos adecuados y naufragan entre la decepción y el resentimiento, que sorprende frente a una ausencia de técnicos calificados, carreras medias y oportunidades de desarrollo profesional.

Políticas de vivienda en manos de burócratas, municipios venales y constructores sin estándares de calidad, carreteras frágiles y sin mantenimiento, falta de prevención ante desastres naturales ya conocidos, que resultan en inundaciones, roturas de alcantarillado, etc. La falta de coordinación y determinación de prioridades completan un panorama decepcionante para la obra pública.

Finalmente, la angustia creciente de los afiliados frente al manejo errático de las jubilaciones y de la administración de los recursos de los trabajadores por parte del IESS, reflejo de manejos inadecuados, inmorales y ocasionalmente delictivos por parte de sus autoridades, entregadas a los intereses de los gobiernos de turno antes que a las necesidades de sus afiliados.

Todo esto configura un escenario de desazón, angustia y cuestionamiento permanente ante las autoridades, llenas de demandas urgentes o protocolares pero muy poco claras en lo que se refiere a estos requerimientos fundamentales.

Educación, salud, trabajo y seguridad social eficaz son los pilares para erigir una sociedad productiva y proactiva, consecuente con el gobierno y sus autoridades. Todo lo anteriormente reseñado, bien administrado o delegado, es lo que se requiere para lograr las metas indispensables para el desarrollo y el bienestar colectivo.

Lo demás, finalmente, es accesorio, puede concesionarse, venderse o negociarse para dotar al Estado de mayores recursos que se destinen a lograr esas metas básicas.

Cuando esto se logre y llegue como beneficio al gran público, volverá la confianza en los líderes, las instituciones y las autoridades locales y nacionales, tan desprestigiadas y vilipendiadas por su falta de sensibilidad social, su codicia, su cinismo y su ignorancia.

Es hora ya que quienes están a cargo de las grandes decisiones depongan sus vanidades personales, sus intereses de grupo y sus intereses económicos para lograr una integración armónica de una sociedad fraccionada, dividida y resentida por la falta de oídos a sus requerimientos elementales.

Ecuador, 01 de septiembre de 2022.- 1. Juicio político en contra de la expresidenta del Consejo de la Judicatura, María del Carmen Maldonado; y, de los vocales: Fausto Murillo Fierro, Ruth Maribel Barreno y Juan José Morillo. Foto Mauricio Muñoz / Asamblea Nacional.

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