Los costos escondidos de la acción del gobierno  

Carlos Cobo Marengo

Guayaquil, Ecuador

Toda persona que decide entrar en el mundo de los negocios sabe que la clave de su éxito económico consiste en invertir en actividades cuyos beneficios superen a los costos. ¿Obedece el gobierno esta regla? Es difícil determinarlo. Generalmente, los políticos nos informan sobre los beneficios de sus políticas en educación, seguridad social, créditos de inversión o seguridad, pero muy poco sobre los costos en los que incurren para lograr sus objetivos.  

Por ello, cuando los políticos hacen promesas, debemos ser conscientes de los costos ocultos de sus acciones. Algunos ejemplos incluyen:  

El costo de debilitar los derechos de propiedad: Cuando las personas intercambiamos algo, estamos intercambiando derechos de propiedad. Cuando usted compra un carro nuevo, lo que realmente adquiere es el derecho a determinar cómo, cuándo y quién lo usará. La capacidad de intercambiar nos permite prosperar mediante el estímulo a la especialización, desarrollando herramientas técnicas para producir más bienes de la forma más eficiente posible.  

Los controles de precios, que establecen límites máximos o mínimos a los intercambios, debilitan los derechos de propiedad. Cuando usted desea vender sus propiedades, debe cumplir con regulaciones que restringen su uso. Los impuestos también afectan este derecho, pues limitan la capacidad de los individuos de decidir qué hacer con una parte de sus ingresos.  

El costo de la producción ineficiente: Está demostrado que la producción estatal, en cualquier área, es menos eficiente. Ecuador no es la excepción, ya que las actividades del gobierno no están sometidas al control de los consumidores ni a la presión de la competencia.  

La competencia obliga a los negocios privados a buscar métodos de producción más eficientes, innovar, estar alertas, responder rápidamente y reducir costos. El gobierno, al operar sin estos incentivos, genera despilfarro y menor calidad en la provisión de bienes y servicios.  

El costo de influenciar políticas públicas: Desde épocas feudales, los gobiernos han tenido la capacidad de otorgar privilegios, como monopolios o regulaciones a favor de grupos específicos. A cambio, los políticos suelen recibir beneficios, ya sea para sus campañas o patrocinios políticos.  

Ante esto, los individuos destinan recursos para impedir que se vulneren sus derechos de propiedad. Estos recursos incluyen tiempo, habilidades empresariales, trabajo y capital, que en lugar de usarse para la producción de bienes y servicios, se desperdician en la lucha contra regulaciones injustas.  

Sin embargo, los ecuatorianos no tenemos por qué sufrir el deterioro constante de la eficiencia provocado por las acciones gubernamentales. Existe una alternativa que provee los mismos beneficios a costos más bajos: el Libre Mercado.

Unas posibles compradoras (izquierda) miran la ropa que venden Yeisker Castillo y su esposa Lisbet Tejeda (derecha), quienes visten un maniquí­ en un puesto de un mercado al aire libre donde el gobierno permite que los comerciantes con licencia vendan sus productos en el centro de La Habana, el miércoles 29 de agosto de 2012. Un súbito aumento de los impuestos a las importaciones, que entra en vigencia el lunes, amenaza con complicarle la vida a algunos de los nuevos empresarios cubanos y significará un aumento de precios a muchos de sus clientes. (Foto AP/Franklin Reyes)

Más relacionadas