Un teniente coronel de la Fuerza Aérea Ecuatoriana (FAE) fue incluido este viernes dentro de la investigación por la desaparición forzada y posterior asesinato de cuatro menores afrodescendientes que fueron detenidos irregularmente por una patrulla militar en la ciudad de Guayaquil.
El teniente coronel se suma a los otros dieciséis militares que formaban parte de la patrulla que detuvo a los menores y que ya se encontraban bajo investigación en prisión preventiva y deben presentarse dos veces por semana ante la Fiscalía Provincial de Guayas.
El magistrado también dispuso la retención de cuentas bancarias del militar y la prohibición de enajenar bienes muebles e inmuebles en todo el territorio nacional.
De acuerdo a la Fiscalía, el teniente coronel habría tenido conocimiento del operativo militar, habría acudido al lugar de los hechos, levantado indicios y omitido entregar información de manera oportuna, lo que –según Fiscalía– entorpeció el derecho de las víctimas a ser localizadas con vida.
Los hechos ocurrieron el 8 de diciembre de 2024 cuando una patrullar militar del Grupo de Operaciones Militares del Ámbito Interno ‘Durán’ de la FAE detuvo de forma irregular y arbitraria en los exteriores de un centro comercial del sur de Guayaquil a los hermanos Ismael y Josué Arroyo, de 15 y 14 años, y sus amigos Saúl Arboleda, de 15, y Steven Medina, de 11.
Disparos en la cabeza
Tras esa detención, sin notificar a autoridad alguna, los militares llevaron a los niños hacia la zona de Taura, a unos 30 kilómetros de Guayaquil, donde se ubica una de las principales bases de la FAE. Según ellos, dejaron a los menores en libertad durante el camino, en una zona de riesgo. Después de eso, se perdió totalmente el rastro de los menores.
El caso se hizo público días después y la Fiscalía decidió iniciar una investigación por el delito de desaparición forzada, proceso al que vinculó a los dieciséis soldados que iban esa noche en la patrulla, quienes están recluidos en la cárcel de Latacunga.
El 31 de diciembre el Ministerio Público anunció a las familias que unos cuerpos calcinados hallados en una zona rural de Taura, muy cerca de donde los dejaron los soldados, pertenecían a los menores. Al menos tres los cuerpos, según la autopsia, tenían señales de haber recibido disparos en la cabeza desde atrás antes de ser incinerados.
Según un testigo, la orden de quemar a los menores partió de Bryan Vicente A. A. (‘Momo’), un criminal perteneciente a Los Águilas, una facción de la banda criminal Los Choneros.
Guerra interna
Este caso se registró en el marco de la ‘guerra’ declarada por el presidente de Ecuador, Daniel Noboa, contra el crimen organizado, para contrarrestar la escalada de violencia que ha situado al país a la cabeza de Latinoamérica en índice de homicidios, una tendencia que se ha recrudecido en este inicio de 2025 con un promedio de un asesinato cada hora.
Desde el inicio del ‘conflicto armado interno’ a comienzos de 2024, la Fiscalía de Ecuador registra más de 15 denuncias por ejecuciones extrajudiciales, 83 investigaciones por tortura, 223 por extralimitación en el uso de la fuerza y ocho por desaparición forzada, aunque el Comité Permanente por la Defensa de los Derechos Humanos (CDH) cree que son más. EFE
