El voto nulo no es suficiente para desaparecer el CPCCS

Francisco Endara
Quito, Ecuador

Este 24 de marzo, los ecuatorianos irán a un nuevo proceso electoral donde se elegirá alcaldes, prefectos, concejales, juntas parroquiales y mediante tres papeletas se escogerá a 7 personas para que vayan al Consejo de Participación Ciudadana y Control Social (CPCCS).

Como todos sabemos, el CPCCS o llamado “quinto poder”, fue creado por el correísmo con el único fin de cumplir su tarea de concentrar el poder y tener fiscal, contralor y otras autoridades, que en lugar de controlar, protejan los intereses y corruptelas del partido de gobierno.

El CPCCS es parte de esas estructuras que creó el correísmo con las que contribuyó a des-institucionalizar, la ya maltrecha institucionalidad del país.

Hoy, frente a las próximas elecciones se ha planteado el voto nulo. Para entender esto del voto nulo es necesario recurrir a la lectura del numeral 3 del artículo 147 del Código de la Democracia que señala:

“Art. 147.- Se declarará la nulidad de las elecciones en los siguientes casos:

  1. Cuando los votos nulos superen a los votos de la totalidad de candidatas o candidatos, o de las respectivas listas, en una circunscripción determinada, para cada dignidad.”

Léase con atención la parte que dice “Cuando los votos nulos superen a los votos de la totalidad de candidatas o candidatos”.

La totalidad de candidatos para esta elección del CPCCS es cuarenta y tres. De esos cuarenta y tres candidatos, se escogen siete. Si tomamos en cuenta que para las elecciones pasadas votaron más de nueve millones de ecuatorianos (redondeando cifras) tenemos que aproximadamente el total de los votos de los candidatos sería 63 millones de votos (9 millones votando por 7 personas).

Si entendemos lo anterior –matemáticas simples- nos daremos cuenta de que es imposible que gane el voto nulo.

He escuchado a respetables líderes de opinión como José Hernández y los “4pelagatos”, insistir en el voto nulo, sin embargo, la solución no va por ahí, se olvidaron de las matemáticas, a lo que hay que sumar el poco tiempo que se tiene para promover una estrategia para el voto nulo. En temas de re institucionalizar el país, como muchos queremos, no es cuestión de enamorarse de ideas, sino de buscar las salidas prácticas, objetivas, pero sobre todo, trabajarlas con tiempo.

El hecho es que se advirtió varias veces de que el CPCCS debía desaparecer. Sin embargo, poco o nada se ha hecho para que esto suceda. El sistema fue tan perversamente desarrollado en el gobierno anterior, que ahora desde el exilio, y prófugo, Correa sabe como funciona y lo único que ha hecho es limitarse a colocar como candidatos a muchos aduladores suyos, lo cual le permitiría deshacer lo poco que se ha logrado tratando de re-institucionalizar el país. Tal vez por eso, en uno de sus tuits en una reciente disputa con el periodista Andrés López, Correa escribió, lo que personalmente me parece una amenaza velada: “Todo es cuestión de tiempo”.

Cabe anotar, que de alguna forma, existe un vacío respecto a cómo normar la elección de candidatos al CPCCS y lo que se hace es tomar una interpretación extensiva del artículo 147 del Código de la Democracia. Hay una gran diferencia entre elegir quienes van a un organismo como el CPCCS y elegir dignidades de representación popular como alcaldes, prefectos, etc… siendo esto una muestra más de lo anómalo en la elección de los integrantes a este organismo.

Entonces, si el voto nulo no es la solución, votar por quienes representan el daño que se hizo al país, ¿es la solución? Obviamente no. Es cuestión de entender lo perverso del sistema, en la que todo fue diseñado para que solo ellos ganen y encontrar la solución que pasa principalmente por la movilización de la sociedad civil.

Si bien existen personas -contadas con los dedos- que constan en la lista de candidatos al CPCCS que no son afines a lo que representó el correísmo, la única solución sería que Lenín Moreno convoque urgentemente a una consulta popular para desaparecer dicho organismo, que de por sí ya está bastante deslegitimado por la ciudadanía. Después de todo, todavía no comprendo cómo se espera que alga bueno pueda resultar de una organización que tiene como parte de su nombre “Control Social” y peor aún que esas dos palabras hayan pasado desapercibidas por tantos años.

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