
La soledad de los números primos
Quito, Ecuador
La metáfora que Paolo Giordano, escritor turinés de casi treinta años, toma prestada de la matemática sobre los número primos gemelos, es lo suficientemente sencilla, abstracta y bella como para tener bastante parte en su éxito de premios y ventas. Los números primos no se dividen para ningún otro que no sean ellos mismos o el número uno. Están solos, son distintos y no se componen de la multiplicación de otros, como el 571, el 149 o el 233. Nunca dejan de existir, por más que estiremos la recta numérica hasta el infinito. Y los números primos gemelos son aquellos que, sorpresivamente, aparecen casi juntos, separados por un maldito y aburrido número par: 3-5, 17-19, 197-199, 521-523.