Velas verdes

Alberto Molina

Por Alberto Molina Flores
Quito, Ecuador

En la crónica de Roberto Aguilar relacionada al festejo de los 5 años del gobierno del presidente Correa con el título “Fiesta de PAIS: entre velas solo brilló Correa”, nos narra lo siguiente:

“Les pedimos que no malgasten las velas, que no las enciendan aún hasta que no llegue el compañero presidente´. El pedido es del maestro de ceremonias, Francisco García. Las velas, desde luego, son verdes y fueron repartidas a la entrada no para quemarlas en cualquier momento, sino para reproducir con ellas ante el presidente aquel mágico momento de cuando Mercedes Sosa cantaba ‘(Como) La cigarra’”. “Como La Cigarra”, comienza con la siguiente estrofa: “Tantas veces me mataron,/tantas veces me morí,/sin embargo estoy aquí/ resucitado”.

El pedido era que las velas verdes sólo se prendan cuando el festejado llegue al estadio. El presidente Correa es el gobernante que mayor tiempo ha estado en el poder desde que se reinauguró la democracia en nuestro país (1979), gracias a que la cuestionada constitución de Montecristi permite la reelección inmediata.

Ahora veamos que significa el color verde y el lector tiene la libertad de estar o no de acuerdo si la descripción corresponde a la gestión de los festejados y del líder. “Este color simboliza la calma, la bondad, la fertilidad, la estabilidad y tranquilidad, la abundancia y la vida. Sugiere equilibrio de la psiquis, paz y relajación”.

Recordemos también que el color verde era el color tradicional del Santo Oficio (Inquisición), verde la gran cruz ceremonial llevada en alto, verde el campo central del estandarte, verde la cruz en la medalla usada por los inquisidores, verde la temida carroza en que se llevaba al acusado y, dentro del recinto del tribunal, verdes los cirios que flanqueaban el gran crucifijo colocado ante un dosel de terciopelo también verde.

No era de extrañarse que mientras duró aquel verdadero terror verde, la terrible inquisición, no había insulto más grave y peligroso que el de hereje, decirle a uno vela verde era una forma eufemística de llamarlo hereje. La expresión quedó como un modismo más, en donde se esconde una historia tenebrosa.

Decirle a una persona “vela verde” es insultarlo gravemente, aunque la expresión se ha ido perdiendo, en el caso del festejo de los 5 años, se usó las velas verdes, de acuerdo a la crónica, en el que sólo brilló nuestro bien amado presidente.

* Alberto Molina Flores es coronel, en retiro, de las Fuerzas Armadas del Ecuador.

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