Recarga o interconexión, he ahí el dilema

Por José Pileggi
Guayaquil, Ecuador

A inicios del 2012 el Conatel, con el Ministro de Telecomunicaciones a la cabeza resolvieron y lo más importante anunciaron que las recargas para los teléfonos celulares dejarían de tener caducidad. Eso con el devenir de los días y su implementación  por parte de las operadoras, puso la verdad sobre la mesa, esto es  que de acuerdo con los contratos de concesión de las operadoras, la vigencia de las recargas nunca vencía o se perdía  y que el uso de los saldos no utilizados  estaba atado a que la línea esté o no activa, y en esto el tiempo de 90 días es el límite.

Lo que sí quedó fuera de la discrecionalidad de las operadoras celulares es que vendan planes de recarga cuyo uso tenga restricciones en tiempo menores que los 90 días. Lo que ha dejado en evidencia que no se necesitaba dos regulaciones para esta acción, sino una oportuna administración y control de los contratos de concesión.

Lo rescatable de esta resolución, es que el Presidente Correa durante la sabatina del 14 de enero, en que anunció lo de las recargas como un logro, mencionó con énfasis lo que en materia de política de telecomunicaciones sería lo más relevante que se ha escuchado en los últimos años: que los “COSTOS DE INTERCONEXION” bajen y sean iguales entre las llamadas que realicen las operadoras, en otras palabras regulación simétrica en costos de interconexión.

Ha pasado un mes del anuncio y muy poca resonancia ha tenido en los medios de comunicación y peor aún dentro del mismo gobierno, pues de hacerse realidad esta medida se lograría un ahorro sustancial para el bolsillo de los usuarios.

Los cargos de interconexión o cargos por terminación de llamada, son los costos que se agregan a la tarifa que cobra toda operadora de telefonía fija o celular, cuando una llamada hecha desde su red termina en otra  operadora. Podríamos decir, haciendo un símil, que es el peaje que una operadora paga por usar una red que no es la suya para terminar una llamada.

Dentro de los procesos de libre competencia para los servicios de telecomunicaciones que se han implementado en el mundo desde mediados de la década de los noventa, para evitar los excesos del llamado incumbente (el que ya estaba en el mercado cuando aparecen nuevos competidores) y/o de los denominados dominantes, los reguladores utilizaban la fórmula de la regulación asimétrica, esto es cobrar de forma diferenciada los cargos de interconexión para favorecer a los nuevos operadores y permitir su desarrollo. Pero esto tuvo su tiempo y el mundo se dio cuenta que esta regulación asimétrica, o diferenciación en cargos de interconexión en lugar de favorecer al usuario y al mercado, más bien los perjudica, al generan distorsiones que afecta a la competencia porque premia a los operadores ineficientes y vuelve costoso el servicio. Sino hay que preguntarle a los usuarios que tienen más de un celular en su bolsillo, uno por cada operadora, y así evitan pagar la interconexión ahorrándose unos buenos centavos por cada minuto de llamada.

Como medida oportuna ante esto, la Comunidad Económica Europea a través de Grupo de Reguladores (ERB), definió que el camino era la regulación simétrica en los cargos por interconexión desde finales del 2008, esto es todas la operadoras de servicios pagan los mismos cargos de interconexión entre sí, teniendo fecha límite de implementación hasta finales de este año. En la actualidad en Europa de 33 países, casi la totalidad tienen regulación simétrica, 2 están en camino a su consolidación (Alemania e Irlanda) y sólo 4 aún no adoptan la simetría (Turquía, Macedonia, Chipre y Bélgica).

En la mayoría de los países latinoamericanos se aplican cargos de interconexión simétricos  en  Argentina, Venezuela, Brasil, Chile, Uruguay, entre otros, quedando a la zaga Ecuador y Perú con regulación asimétrica.

Estas asimetrías o diferentes cargos por interconexión entre operadoras,  en el caso del Ecuador llegan a los absurdos que una llamada desde Movistar ó Claro  a Alegro (ahora CNT) a más de la tarifa hay que sumarle 9.15 centavos de dólar por minuto de interconexión (valor que se queda en CNT)  y 1.66 centavos a la inversa, ó una llamada de Claro a Movistar se recarga en 6.39 centavos por minuto (valor que queda en Movistar) y 4.997 centavos a la inversa.

Lo relevante no es lo publicitado de las recargas, lo relevante está en el anuncio del 14 de enero y ahí hay que tomarle la palabra al Presidente, para que los costos de interconexión entre las operadoras bajen y sean iguales (simétricos).

Difícil dilema entonces, pero muy sencillo a la luz de las mejores prácticas y del interés del bolsillo del ciudadano de a pie.