Pinochet dejó fortuna a su familia, pero no especificó bienes

El fallecido dictador chileno Augusto Pinochet repartió su fortuna entre su esposa y el resto de su familia, aunque su testamento original, abierto este miércoles en un juzgado de Santiago, no detalla los bienes que poseía el general.

En el Tercer Juzgado Civil de Santiago se realizó hoy la apertura del testamento original de Pinochet, fallecido en diciembre de 2006, en el marco de la investigación para aclarar el origen de su patrimonio, que según los antecedentes del caso supera los 26 millones de dólares.

El abogado Carlos Mackenney, del Consejo de Defensa del Estado (CDE), que es parte querellante del caso, dijo a los periodistas que la diligencia fue «tremendamente exitosa» porque permitió conocer a los herederos del legado del dictador (1973-1990).

Sin embargo, precisó que el testamento, firmado en septiembre de 2000, no especifica las propiedades de Pinochet y solo hace referencia a «los bienes que existieran al momento del fallecimiento» registrados a nombre del gobernante de facto.

El notario Humberto Quezada, que también participó en la apertura del testamento, detalló los porcentajes que le corresponden a los familiares de Pinochet.

Según se desprende de lo explicado por Quezada, la viuda del dictador, Lucía Hiriart, debe recibir el 62,5 % del total de la herencia, mientras que a sus cinco hijos les corresponde en conjunto un 25 % y a sus nietos y biznietos, otro 12,5 %.

De acuerdo con la ley chilena, el 50 % de los bienes -la mitad legitimaria- se destina a los herederos forzosos, el 25 % -la cuarta de mejora- va para mejorar a alguno de los beneficiados por la primera mitad, y el otro 25 % -la cuarta de libre disposición- a quien el testador desee.

El notario precisó que Pinochet dejó el 50 % de la mitad legitimaria a su esposa y el 50 % restante a sus hijos.

«La cuarta libre de disposición se la deja a su cónyuge y la cuarta de mejora, el 50 % a su cónyuge y el 50 % a sus nietos y biznietos», especificó el notario.

Aunque el testamento dejó en el aire los bienes a repartir, la investigación judicial ha determinado que Pinochet poseía varias casas y apartamentos, además de tres automóviles.

En concreto, son casas en el barrio santiaguino de Lo Barnechea, una parcela en la localidad costera de Quintero, la finca costera «Los Boldos», donde fueron depositadas las cenizas del general, una casa en «El Melocotón», en las afueras de Santiago, y apartamentos en Reñaca, Iquique, Valparaíso y Santiago.

Estos inmuebles están embargados por la Justicia, que además congeló 2,6 millones de dólares depositados en el Banco de Chile y vales vista de un banco estadounidense.

Además del abogado del Consejo de Defensa del Estado (CDA) y del notario, en la diligencia en el juzgado santiaguino estuvieron presentes la jueza Soledad Araneda, la albacea del dictador, Julia Hormazábal, y dos testigos.

Pinochet nombró a Hormazábal como albacea en su último testamento, firmado en 2005, aunque esto no se hizo público hasta el pasado 25 de abril, cuando ese documento se abrió en el mismo tribunal.

El abogado del CDE Carlos Mackenney dijo que el siguiente paso en este proceso es la «protocolarización» del testamento original en la notaría para posteriormente entregarlo a la jueza Araneda, que investiga la arista civil del llamado «caso Riggs».

Este caso se abrió a mediados de 2004 cuando se descubrió que Pinochet mantenía numerosas cuentas secretas en el Riggs Bank de Estados Unidos y otras entidades financieras del exterior.

Mackenney aseguró que la apertura del testamento deja «tranquilo» al Consejo de Defensa del Estado y precisó que conocer los herederos de Pinochet resulta fundamental para poder incluir los bienes en futuras indemnizaciones o condenas para restituir el patrimonio del Estado.

«Han pasado casi seis años desde el fallecimiento del causante y nos interesa saber cómo inciden los distintos juicios que están en marcha, particularmente en materia tributaria», dijo Mackenney. EFE

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