China niega la comida al intelectual encarcelado Ilham Tothi

Pekín, 27 jun (EFE).- Las autoridades chinas se negaron a dar de comer durante diez días al intelectual uigur Ilham Tohti, quien está en la cárcel a la espera de juicio tras ser acusado de separatismo, según explicó hoy a Efe su abogada Wang Yu.

«Está bien de ánimo, pero ha perdido 16 kilos desde que fue encerrado», señaló la letrada después de poder visitar al intelectual el jueves por primera vez desde que fue arrestado a mediados de enero.


Tohti, uno de los académicos más prominentes de la etnia uigur de China, de religión musulmana, ha defendido los derechos de los uigures en Xinjiang y se ha mostrado crítico hacia las políticas del Gobierno chino en la región, pero nunca ha abogado en favor del independentismo.

El intelectual, de 44 años, fue detenido cuando Pekín endureció la seguridad en Xinjiang y su política hacia lo que considera grupos terroristas separatistas en la región, donde en el último año han aumentado los incidentes de violencia entre chinos de etnia han -la mayoritaria en el país- y de etnia uigur.

«Tohti insiste en que es inocente y que todo lo que ha hecho y dicho es por el bien del país y de la etnia han. Nunca ha apoyado el separatismo, sólo quiere que la región de Xinjiang mejore, que la relación entre etnias sea más estable», señaló Li Fangping, segundo abogado del académico.

En su visita el jueves, Li y Wang descubrieron que las autoridades habían desprovisto de comida a Tohti durante diez días, después de que éste protagonizara una huelga de hambre ante la negativa de las autoridades de proporcionarle comida halal en prisión, cuenta Wang.

«Después de su huelga, que finalizó cuando le dieron comida halal, las autoridades de repente pararon de darle comida el 1 de marzo», señaló la letrada.

Ese día fue cuando varios asaltantes con cuchillo -supuestamente uigures- agredieron a decenas de civiles en la estación de ferrocarril de Kunming, capital de la provincia sureña de Yunnan, matando a 26 personas e hiriendo a 143.

«Sólo le dieron un vaso de agua al día. Él sobrevivió con eso», señaló por su parte el abogado Li, quien denunció que los funcionarios de prisión también mantuvieron casi un mes a Tohti esposado de pies.

Ambos defensores ya expresaron su temor a que los recientes ataques ocurridos en el país asiático -según las autoridades, a manos de grupos separatistas uigures- pudieran tener consecuencias para el caso de Tohti.

«De momento, no sabemos qué ocurrirá. Tenemos aún que recopilar información», señaló sobre el futuro del caso Wang, quien precisó que la acusación que recae sobre Tohti podría acarrear una pena de diez años de prisión e incluso la muerte, si los jueces consideran grave la ofensa.

Desde el año pasado, los conflictos en la región de Xinjiang se han extendido a otras provincias como el sur o incluso en Pekín, donde un vehículo arrolló en octubre a la multitud a las puertas de la Ciudad Prohibida causando la muerte de 5 personas y decenas de heridos.

El Gobierno chino adjudica la violencia a células terroristas activas en Xinjiang, y ligadas a grupos en el extranjero, mientras los uigures denuncian que las autoridades utilizan la excusa del terrorismo para incrementar la ya existente opresión sobre su etnia.EFE

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