La guitarra portuguesa, símbolo de la cultura lusitana, se reinventa

Lisboa, 31 ago (EFE).- La guitarra portuguesa, símbolo de la cultura lusitana y embajadora de Portugal en el extranjero, despierta cada vez más interés entre jóvenes que quieren dar continuidad a un legado centenario.

«Existe un interés creciente de las nuevas generaciones por la práctica de la guitarra portuguesa, no solo en Portugal sino también en otros países de Europa, Japón y Brasil», afirma a EFE Pedro Caldeira Cabral, compositor portugués e investigador del instrumento.

Considerada una evolución del «cistre», un instrumento renacentista tocado en las cortes y por la aristocracia en Europa, la guitarra portuguesa surgió junto a otras cítaras como la alemana Walzither, la suiza Halszither, la «cetra» de Córcega o la «cittern» irlandesa.

La guitarra portuguesa cuenta con una afinación específica en sus cuerdas más agudas que le confiere un sonido vibrante y característico que se asocia al fado.

Su caja armónica tiene forma de pera y se construye según tres modelos y tamaños diferentes, ligados a la tradición de Lisboa, Coimbra y Oporto.

Su timbre es reconocible como casi un gemido y se ha asociado tradicionalmente al fado a partir del siglo XIX, la música popular portuguesa nacida en barrios populares y que, como un lamento musical, habla sobre el destino y las tristezas del ser humano, la llamada «saudade portuguesa».

Pero desde que en 2011 el fado fue considerado Patrimonio Inmaterial de la Humanidad, este instrumento pasó a tener un «un incentivo» extra para su aprendizaje entre los más jóvenes, explica a Efe, António Chainho, guitarrista que ha acompañado a las dos voces del fado más míticas, Amália Rodrigues (1920-1999) y Carlos do Carmo, premiado este año con un Grammy.

La guitarra ha traspasado al mismo tiempo las fronteras de la música tradicional portuguesa y conquista cada vez más estilos como la samba o la música lírica, y se ha mezclado con sonidos africanos llegados de las excolonias portuguesas.

En Brasil, las cantantes Gal Costa, Adriana Calcanhotto o Fafá de Belém han incorporado el característico sonido del instrumento portugués a su mezcla de música popular brasileña con sonidos del jazz moderno.

La guitarra portuguesa también ha servido a interpretaciones de la cantante melódica española María Dolores Pradera o del tenor español José Carreras.

Más recientemente, ha formado parte del movimiento World Music International, fundado por el británico Peter Gabriel, fundador del grupo de rock Genesis, y que ha conjugado sonidos tradicionales de todas partes del globo con el saxofón, contrabajo y el piano.

Para el investigador Cabral, se ha producido un «cambio radical» del estatuto social tanto del fado como la guitarra, lo que ha permitido que pasen a formar parte del proceso de comercialización de la industria.

La guitarra portuguesa ha entrado también dentro de un nuevo movimiento musical de recuperación de instrumentos antiguos que ha llevado al intercambio de experiencias musicales y a la construcción de estas antiguas cítaras esparcidas por Europa, añade el estudioso.

Sobre su futuro, ambos especialistas coinciden en que, aunque la guitarra portuguesa está por completo ligada a la historia del fado, el instrumento puede tomar nuevos caminos y dejar su papel secundario como acompañante del fadista portugués.

«La guitarra portuguesa (…) se volvió en un símbolo de identidad muy importante, cuyo valor social y económico aún no fue justamente evaluado, y cuyo futuro pasa por la revalorización de su desempeño como solista», afirma Cabral. EFE

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