Coldplay ilumina la Ciudad de México con una explosión de éxitos

Coldplay, foto: pbs.twimg.com

México, (EFE).- Se han hecho esperar seis años, pero en su regreso a México la banda británica Coldplay ha hecho brillar su capital con un torbellino de sus mayores éxitos en un directo lleno de energía.

En la presentación de su séptimo álbum, «A Head Full Of Dreams», han hecho honor a esa «cabeza llena de sueños» en un colorido concierto y han sacado toda la artillería visual y sonora que les ha convertido en uno de los grandes grupos «llenaestadios» del siglo XXI.

Pirotecnia, globos gigantes, cañones de confeti e incluso unas pulseras que llevaban los espectadores y que -automáticamente y en ciertas canciones- se iluminaban creando un océano de luz fosforescente, han hecho estallar a los cerca de 60.000 asistentes congregados en el Foro Sol de la Ciudad de México.

El directo ha sido también un adiós a la melancolía de su anterior etapa, la de un álbum, «Ghost Stories», marcada por la ruptura del cantante Chris Martin y su esposa, la actriz Gwyneth Paltrow.

Así, a lo largo de casi dos horas Coldplay ha repasado algunos de sus mayores temas con piezas como «Yellow», de su debut, «Parachutes», «Every Teardrop Is A Waterfall» o «The Scientist».

Al piano, Martin entonó unos primeros acordes de «Paradise», de su álbum «Mylo Xyloto», para luego abundar en la electrónica, convirtiendo esta en una de las piezas más aplaudidas del concierto y que, literalmente, ha hecho temblar el suelo de la pista.

Ha habido pocas concesiones a la tristeza, y solo temas como «Magic», «Fix You» o «Ink» han reflejado el lado más sensible y un tanto nostálgico de la banda, que a México vino a demostrar, durante tres noches con todo agotado, que sabe cómo montar una fiesta.

Destilaron buen rollo en «Clocks», «Adventure Of A Lifetime», «Viva La Vida», «Birds» y «Hymn For The Weekend» -que a pesar de ser uno de sus sencillos más flojos funciona estupendamente en un estadio- e incluso han recordado al fallecido David Bowie interpretando su clásico «Heroes».

«México es el mejor público del mundo», dedicó Coldplay a los asistentes. Y si bien pudo sonar a cliché, por el volumen de decibelios, cariño y entrega que demostraron a la banda, en esta ocasión pareció mucho más que un dicho.

El conjunto probó estar en plena forma tras 20 años desde su formación y Martin mostró un excelente estado vocal, marcando sus falsetes propios de la casa.

Hacia el final, una muy coreada «A Sky Full of Stars» y «Up & Up» han cerrado esta inyección de optimismo en forma de concierto vibrante, efectivo y efectista. Como el buen pop-rock. EFE (I)

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