Un colorido «acuario urbano» irrumpe en la «jungla de cemento» brasileña

Sao Paulo.- En el decadente centro de Sao Paulo, un gigantesco grafiti inspirado en el océano tiñe de colores los grisáceas edificios que se aglomeran en la mayor ciudad de Sudamérica, una urbe de más de 12 millones bautizada popularmente como la «jungla de cemento».

Especies amenazadas de extinción, como la ballena jorobada, las tortugas marinas o las medusas, han vuelto a dar vida al centro paulista, que tuvo su apogeo en la década de 1960 al ser la casa de personalidades emblemáticas, aunque poco a poco fue dejado de lado ante el avance de la criminalidad y el narcotráfico.

Entre las calles repletas de basura y los lúgubres edificios han surgido ahora coloreadas escenas de animales marinos, las cuales se distribuirán por las fachadas de 15 edificios bajo el sello de Felipe Yung «Flip» y figurarán en el Guinness World Records como la mayor obra de arte urbano a cielo abierto.

«Yo expandí mi arte, el tema de los océanos, debido a esta temática de preservación y conciencia ecológica. Queremos ir más allá de la cuestión estética, porque hay mucho más a ser dicho», cuenta Flip en una entrevista con Efe.

Por tratarse de una «obra viva y mutable», que será entregada a inicios del año que viene, los gigantescos paneles se adecúan a los acontecimientos que suceden sobre la marcha en materia ambiental, como el reciente derrame de petróleo que ya se extiende por casi 3.000 kilómetros de la costa brasileña y amenaza centenas de playas del noreste del país.

Tras la más reciente catástrofe ambiental en Brasil, que se produce pocos meses después de que las imágenes de la Amazonía en llamas dieran la vuelta al mundo, Flip incluirá enormes manchas negras en sus pinturas, en alusión a las miles de toneladas de crudo que contaminan las bellas playas nordestinas.

«No puedo decir que es un momento oportuno (para el proyecto) porque es muy triste. Pero sí decidimos incluir la temática del petróleo, porque al fin y a cabo es una obra que no puede ser estática, que se transforma todo el tiempo», señala Flip.

Por el día, el centro de Sao Paulo es una de las regiones más transitadas de la ciudad, y por ello, es imposible que los pedestres que circulan por esta área ignoren los inmensos pulpos, medusas, peces y tortugas que han teñido de colores vivos los grisáceos edificios.

«La gente ha pasado de andar apresurada y mirando hacia bajo con sus móviles a mirar hacia arriba, al arte urbano, y prestar atención en la ciudad», dice a Efe el productor cultural del proyecto, Pagú.

Por ello, más allá de despertar la conciencia para problemáticas «actuales, globales y urgentes», el «Acuario Urbano» se propone también ocupar el espacio público y ofrecer un lugar «más fluido, atractivo y que fomente más los sueños» de quienes viven en la ciudad.

«Desafortunadamente, el centro de Sao Paulo, por diversas razones, viene repeliendo a la gente. Y queremos un espacio público que atraiga a las personas, como pasa en Londres, Nueva York, Amsterdam o París», recalca.

Con el objetivo de acercar a la población al proyecto, los realizadores han desarrollado una aplicación digital con inmersión 3D y realidad virtual y que ofrece una «completa experiencia sensorial».

«Sao Paulo es un invernadero del arte urbano. Y queremos que la gente se sienta libre y quiera participar en ese proyecto sin restricciones y gratuitamente», asegura el productor.

Con un área que supera los 10.000 metros cuadrados -lo equivalente a dos campos y medio de fútbol- el «Acuario Urbano» figurará en el Guinness World Records como la mayor obra de arte urbano del planeta.

Pero tanto Pagú como Flip coinciden en que «más importante que un título» es la «transformación y concienciación» que la urbe y su entorno están experimentando.

«El proyecto ya ha aumentado el flujo de personas, de turismo, la gente viene a la zona por ocio o incluso a cenar en lugares referencias de sostenibilidad», sostiene Flip.

«El arte urbano ya es por sí solo un manifiesto, es un arte de protesta. Pero ahora buscamos un mayor diálogo con el entorno para dar una resignificación a esos lugares», completa Pagú.EFE

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