El Bayern Múnich se enfrenta al dilema del patrocinio de Catar

Herbert Hainer, presidente del Bayern Múnich, durante la asamblea general de socios de la entidad. El presidente del Bayern Múnich, Herbert Hainer, pidió perdón ahora por los "errores" cometidos durante la asamblea general de la entidad del año pasado, en el que numerosos socios se manifestaron contra los acuerdos del club con Catar. Foto: Angelika Warmuth/dpa

El controvertido tema del patrocinio de Catar sigue planeando sobre la situación actual del Bayern Múnich, aunque el presidente Herbert Hainer se salvó el sábado de los abucheos del año pasado en la asamblea general del club, solo empañada por una polémica con Uli Hoeness y una amenaza de bomba.

Esta vez no hubo gritos de «Hainer-raus» (Hainer fuera), solo unas malas palabras del presidente honorario de la entidad, Uli Hoeness. El controvertido tema de Catar no volvió a causar alboroto y abucheos. Y una «vaga amenaza de bomba» al final de las casi cinco horas de la asamblea general anual resultó no tener consecuencias.

Así, en vísperas del importantísimo partido del Bayern en la Bundesliga contra el Freiburg, Hainer pudo afrontar con tranquilidad la lección que le dieron los casi 1.400 socios en su reelección con solo un 83,3 por ciento de votos a favor.

En 2019, el ex director general del fabricante de artículos deportivos Adidas, de 68 años, sucedió a Hoeness con un 98,1 por ciento de aprobación.

«En general, la reunión ha ido muy bien, con muchas aportaciones constructivas. Estoy satisfecho», dijo Hainer a última hora del sábado. Calificó la velada de «bávara» en comparación con la edición anterior, por cuya actuación pidió perdón, hablando de «errores».

El presidente atribuyó el moderado respaldo a su reelección a la controversia que rodea al patrocinio de Catar, rechazado y combatido activamente por muchos socios. «Ciertamente influyó», explicó.

En el Audi Dome, Hoeness fue el único que perdió los nervios al atacar verbalmente al destacado crítico de los acuerdos con Catar Michael Ott. «Su actuación fue vergonzosa. Esto es el club de fútbol del Bayern Múnich y no la asamblea general de Amnistía Internacional», le espetó Hoeness, de 70 años.

El socio se mostró «sorprendido» de que Hoeness le lanzara «algunas palabras desagradables». Él mismo reaccionó con aplomo y dijo que Hoeness no estaba «nada interesado en un diálogo de constructivo, se notaba».

En su intervención, Ott preguntó directamente a Hainer si iba a prorrogar el contrato de patrocinio con la compañía aérea Qatar Airways, que expira al final de la temporada. «Hoy no puedo responder a esa pregunta con un sí o un no», respondió el presidente.

Su declaración quizá le costó votos. Hainer reconoció que no habrá negociaciones hasta después del Mundial de Catar, a finales de año.

El presidente de la junta directiva, Oliver Kahn, habló de «progresos en materia de derechos laborales y humanos» en el emirato. «Nadie ha dicho que Catar sea un país donde se cumplan las normas europeas. Pero si quieres cambiar e iniciar algo, tienes que reunirte con la gente, hablar con ellos e intercambiar ideas en lugar de excluirlos».

Después del Mundial, «se encontrará una solución para el Bayern», anunció Kahn.

El crítico Ott expresó haber entendido que el contrato «irá a una prórroga». Y Hoeness adoptó una clara posición favorable.

La asamblea reveló el dilema de patrocinio en el que se encuentra el gigante de la Bundesliga. Los 665,7 millones de euros (647,2 millones de dólares) de facturación y los 12,7 millones de euros de beneficios suponen un gran poder económico en tiempos de pandemia.

Kahn y también el director financiero Jan-Christian Dreesen, que cesará el año que viene y que fue ovacionado, se refirieron a las «enormes pérdidas de entre 100 y 250 millones de euros» en otros clubes, concretamente la Juventus de Turín o el Manchester United.

La plantilla del Bayern también es muy cara. Los sueldos ascendieron a 325 millones de euros en la pasada temporada.

Toda vez que el patrocinio y el marketing son las mayores partidas de ingresos, con 225 millones de euros, es difícil que la directiva pueda prescindir de los millonarios acuerdos con Catar.

«Somos los mejores de Europa en materia de patrocinio. Y tenemos que serlo», subrayó Kahn. Recalcó que una plantilla fuerte es el requisito absoluto «para estar en lo más alto a nivel internacional».

Los objetivos de Kahn para la presente temporada son de máximos. No solo quiere un nuevo título liguero. También ha marcado en el calendario las finales de la Liga de Campeones y de la Copa Alemana «en rojo esta vez, y en rojo del Bayern». dpa

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