
Jaime Benítez Solís
Guayaquil, Ecuador
La familia es una institución tradicional que no debe ser modificada en ninguna circunstancia y por ningún motivo, ni por ideologías de género. Que el amor humano, que engendra vida, sea reflejo del amor divino. Ver en el matrimonio, no como mero contrato, sino como un acto en el que se comparte un proyecto de vida, así como la defensa a la procreación con conciencia y con responsabilidad.
La teoría o ideología de género es una hipótesis según la cual la identidad sexual del ser humano depende de su entorno sociocultural y no de su sexo (varón o mujer) que caracteriza a cada uno desde el instante de su concepción, por lo que esta teoría resta valor a la realidad biológica del ser humano. Nuestra identidad, femenina o masculina, no tendría que ver con la realidad biológica de nuestro cuerpo, sino que sería impuesta por la sociedad.
A partir de la ideología de género, nuestro género debe estar fundado sobre nuestra orientación sexual, que seríamos libres de aceptar. Las consecuencias de esta teoría es el aparecimiento de un nuevo modelo familiar. Los promotores de estas teorías de género militan a favor de la legalización de la homoparentalidad, que pasan a favorecer a estas parejas la adopción, la reproducción asistida y la gestación subrogada (úteros de alquiler).
Ecuador es uno de los países que ha legalizado el matrimonio civil entre personas del mismo sexo y abre el debate al de la adopción.
El género es un concepto ideológico y cultural, cuyo significado no se halla determinado por la biología. La expresión de género se refiere a la presentación individual del género de cada uno a través de la apariencia física, los gestos, la forma de hablar, los patrones de comportamiento, el nombre y otras formas de referencia personal.
La expresión de género no tiene por qué corresponder con la identidad de género, que es la vivencia interna e individual del género tal como la persona lo siente profundamente, que puede o no coincidir con el género socialmente atribuido al sexo que se le asignó al nacer. La identidad de género es completamente distinta a la orientación sexual, se refiere a la posibilidad de cada persona de sentir (o no) una atracción emocional, afectiva y sexual por personas de un género diferente al suyo, de su mismo género o de distintos géneros (orientación heterosexual, homosexual, bisexual o asexual), así como la capacidad de mantener relaciones íntimas y/o sexuales con estas personas.
El presidente de EE.UU., Donald Trump firmó decretos que revierten las iniciativas basadas en el género y sexo promulgadas por la administración anterior. El primer decreto exigirá a las agencias tratar a los hombres y mujeres biológicos como sexos separados, dejar de promover la ideología de género y exigir a ciertas agencias a reconocer solo hombre y mujer en los formularios. Lo que se está haciendo hoy es definir y reconocer dos sexos, masculino y femenino. Son sexos que no se pueden cambiar y que se basan en una realidad fundamental e incontrovertible. El decreto también prohíbe los procedimientos de afirmación de género para menores de edad.
Del mismo modo que el sexo y la raza, la identidad de género y la orientación sexual están ligadas a aspectos fundamentales de la identidad humana y afectan al núcleo del derecho a la integridad física y mental de las personas. La identidad de género y orientación sexual como derechos humanos, para lesbianas, gays, bisexuales, transgénero e intersexuales, incluido el matrimonio civil, sin afectar a menores de edad sin conciencia.
La orientación sexual e identidad de género sigue siendo en muchos países un tabú social que conlleva rechazo, discriminación y abuso hacia aquellas. Estas personas son frecuentemente vulnerados sus derechos humanos en ámbitos como la educación, el empleo o la salud.
En África, hay leyes discriminatorias que incitan al odio contra las personas LGBTIQ+. Algunas cifras de diversidad de género y sexual, entre enero de 2008 y 30 septiembre de 2023 al menos 4.276 personas trans han sido asesinadas en todo el mundo. El 94% de las personas trans asesinadas en 2023 eran mujeres trans.
En el libro de Génesis: Creced, multiplicaos (1,28). Multiplicaos para aumentar la descendencia, para que no extinga la especie. Ayudaos mutuamente a crecer y multiplicaos. Ante lo maravilloso y lo terrible a la vez de la sexualidad, necesitamos animarnos y ayudarnos mutuamente ambos géneros, en familia y en sociedad, a vivir la ética de las relaciones humanas como una convivencia y compañías dignas.
