Brutal golpiza al opositor cubano Antúnez

El disidente cubano Jorge Luis García Pérez, conocido como Antúnez, denunció que ha sido golpeado, asfixiado hasta perder el conocimiento e inyectado con una sustancia desconocida por agentes de la Seguridad del Estado que le advirtieron que dejara de trabajar en contra de mejorar las relaciones entre Estados Unidos y Cuba.

García, arrestado el miércoles con su esposa, Yris Pérez Aguilera, y puesto en libertad el viernes, dijo que nunca había sido maltratado de tal manera durante sus muchas detenciones anteriores. “No pensé que en esta época pudieran hacer cosas así”, dijo.

Cuatro hombres le dieron puñetazos y empujones en una oficina de una estación de policía en Santa Clara, la capital provincial cerca de su hogar en el pueblo de Placetas, a 180 millas al este de La Habana, según ha declarado él a el Nuevo Herald, de Miami, por teléfono. Un agente de la seguridad con una bata blanca de laboratorio le administró una llave de estrangulamiento y le hizo perder el conocimiento dos veces, dijo. Cuando recobró el conocimiento, el hombre acababa de inyectarle algo en el brazo, afirmó. No hay manera independiente de confirmar sus alegaciones.

García dijo que su esposa también fue abofeteada y empujada durante su detención, y que le dieron el mismo mensaje que él recibió de parte de sus captores: “Te callas o te vas”. Su eslogan ha sido por mucho tiempo “Ni me callo ni me voy”.

El Departamento de Estado de los Estados Unidos, mientras tanto, condenó el uso “sistemático” de violencia de parte del gobierno cubano y la detención de los disidentes luego de una ola de represión el miércoles en que unos 45 activistas de oposición fueron arrestados brevemente y un periodista independiente reportó que recibió una paliza. “Condenamos firmemente el uso sistemático por parte del gobierno cubano de violencia física y detención arbitraria para silenciar a sus críticos (y) perturbar las reuniones pacíficas”, dijo la portavoz adjunta del Departamento de Estado, Marie Harf.

García, de 49 años, quien ya estuvo diecisiete años en la cárcel, de 1990 al 2007, y su esposa, están entre los disidentes más osados en la Cuba comunista. Ellos encabezan el Frente Nacional de Resistencia Cívica Orlando Zapata Tamayo, que lleva el nombre de un disidente que murió en el 2010 tras una huelga de hambre.

La disidente de La Habana Martha Beatriz Roque, de 69 años, alegó mientras tanto que había recibido un puñetazo de parte de una agente de la Seguridad del Estado, cuando trató de salir de su casa el miércoles. Ella se cayó a consecuencia del puñetazo y se lesionó la espalda, agregó.

Agentes de la Seguridad han impedido a todo el mundo entrar o salir de la vivienda de Roque los miércoles desde noviembre, para impedir las reuniones semanales de un pequeño grupo de periodistas independientes que ella dirige, la Red Cubana de Comunicadores Comunitarios.

La agente de la Seguridad del Estado se negó a identificarse, y dijo a un supervisor suyo después del incidente que Roque había resbalado y se había caído sola, dijo. Los agentes de la Seguridad del Estado cubana rara vez se identifican, y cuando lo hacen, lo hacen mayormente con seudónimos.

Durante la ola represiva del miércoles, el periodista independiente Roberto de Jesús Guerra denunció que un agente de la Seguridad del Estado vestido de civil lo atacó sin provocación alguna mientras caminaba por una calle de La Habana. Guerra sufrió la rotura de la nariz durante el incidente.

Agentes de la Policía y la Seguridad del Estado detuvieron asimismo a más de 30 miembros de la organización disidente Damas de Blanco y hasta 20 hombres que las apoyaban durante el día, pero los habían soltado a todos hacia el final del miércoles.

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Foto del disidente cubano Jorge Luis García Pérez, conocido como Antúnez.

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