Los jóvenes iraquíes van a la guerra contra el Estado Islámico de Irak y el Levante

BAGDAD, Irak. (AP) — Cientos de jóvenes iraquíes se han lanzado a las calles de Bagdad para luchar contra el avance de los milicianos islámicos, que en la última semana vienen avanzando por el norte del país.

La avalancha de voluntarios llega en respuesta a una llamada de Ali al Sistani, el máximo clérigo chií de Irak, manifiesto oponente al avance suní de los partidarios del Estado Islámico de Irak y el Levante, que a lo largo de los últimos días se han hecho con el control de Mosul, la segunda ciudad más grande del país y Tikrit, la ciudad natal de Sadam Hussein.

Los extremistas del Estado Islámico, de posiciones simpatizantes con Al-Qaeda, tomaron el control de dos ciudades más el pasado viernes en el noreste de Bagdad, forzando la salida de las autoridades gubernamentales.

Ese mismo día, el presidente de Estados Unidos Barack Obama anunció barajar la posibilidad de intervenir, pero dejó muy claro que no tomaría ninguna medida a menos que Irak se movilizara para evitar la amenaza de división interna.

El llamamiento del ayatolá Al-Sistani, nacido en Irán, llegó en boca de su representante, jeque Abdul-Mahdi Al-Karbalaie, y a juzgar por la masiva respuesta de los jóvenes de Bagdad, podría agravar las tensiones separatistas entre suníes y chiíes, conflictos étnicos que estuvieron a punto de romper el país entre 2006 y 2007.

«Cualquier ciudadano que sepa disparar y quiera luchar contra los terroristas en defensa de su país y de sus lugares sagrados debe ofrecerse como voluntario y enrolarse las fuerzas de seguridad», dijo Al-Karbalaie en su sermón del viernes en la ciudad chií sagrada de Karbala.

Asimismo advirtió del «gran peligro» al que se enfrenta Irak y recalcó que «luchar contra los extremistas es una responsabilidad de todos, una responsabilidad que no debe limitarse a un grupo social o una etnia».

Esta potente ofensiva de los insurgentes amenaza con desestabilizar la zona y provocar un conflicto regional más allá de las fronteras, como ya ocurrió con el caos causado por la guerra civil de la vecina Siria.

La rapidez de la rebelión extremista, que además cuenta con el apoyo de los leales a Sadam Husein se ha convertido en la mayor amenaza desestabilizadora de Irak desde la salida de las tropas estadounidenses en 2011. Ha empujado al país a un precipicio que terminaría con su división en tres zonas: la chíi, la suní y la kurda.

Para complicar aún más la situación, el sábado el departamento iraquí de contraterrorismo ha anunciado que Izzat Ibrahim Al-Douri, el hijo del vicepresidente de Saddam Hussein, había muerto en un ataque aéreo sobre la ciudad de Tikrit. Al-Douri murió junto a otros 50 partidarios de Saddam el viernes. La información que no ha podido ser verificada.
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Hombres iraquíes hacen la señal de la victoria al salir del centro de reclutamiento para unirse al ejército iraquí, Bagdad, sábado 14 de junio de 2014. Cientos de jóvenes iraquíes se han lanzado a las calles de Bagdad para luchar contra el avance de los milicianos islámicos, que en la última semana vienen avanzando por el norte del país. (AP Foto/Karim Kadim)

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