Carmen: el desgarro amoroso y la honestidad de la danza

'Carmen', Ballet Nacional del Ecuador. Foto de Diario La Hora.

Crónica.- Toda historia de amor implica la elaboración de una mirada. Ese es el sentido en el que el movimiento, en sintonía con la música, puede constituir una narrativa. El cuerpo humano, que se funde con el aire, se hace flamenco. El cuerpo de ‘Carmen’, que evoca la libertad.

El Teatro Nacional de la Casa de la Cultura, a las 19h25, se llenó con los espectadores que acudieron a ver la puesta en escena de la novela del escritor francés Prosper Mérimée. El Ballet Nacional del Ecuador preparó una sensible y elaborada adaptación de ‘Carmen’, que llevo al público al delirio de la aventura amorosa.

Por medio de la danza ideada por el coreógrafo Pepe Hevia, el Ballet Nacional recreó la historia de una mujer juzgada por sus apisones y su poder de decisión, que mantiene a la deriva a tres hombres: Don José, el capitán Zúñiga y el torero Escamillo. Hombres ennegrecidos por la obsesión que Carmen ha despertado en sus vidas y en sus cuerpos.

Es una obra sobre la desesperación que provoca el amor intangible, el amor absurdo que se reparte en migajas y se comparte como el agua de una fuente. El amor de la mujer más libre y más honesta. Don José, presa de los celos, pide a Carmen que sea únicamente para él y, ante la negativa de ella, la apuñala.

‘Carmen’, entonces, es una tragedia en la que se enfrenta al egoísmo con el sacrificio y la incomprensión hacia una mujer que es delirio, fuerza y plenitud. Pero también objeto del deseo y como tal un cuerpo violentado por la ambición masculina.

La noche del martes 3 de marzo, indudablemente, el Ballet Nacional del Ecuador demostró que el cuerpo humano, despojado de las palabras, puede alcanzar un nivel muy alto de sensibilidad y expresión, por medio del movimiento, que es capaz de llevar al público a la empatía. Es decir, a experimental ese mismo desgarro que la vida y la muerte de Carmen provocan en lo hondo del pecho.

La obra ‘Carmen’ es el poder de la danza, como lenguaje abstracto, que conduce un viaje honesto y desgarrador por los níveos y oscuros pasillos de la existencia humana.

Foto de la Agencia Andes.
Foto de la Agencia Andes.
Foto de www.expresiones.ec
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