Herrera propone destruir el Ex Penal García Moreno, después de rodar su película ‘El Panóptico Ciego’

Director ecuatoriano Mateo Herrera, realizador de 'El panóptico ciego'. Foto cortesía del Festival EDOC.

Quito.- El pasado domingo concluyó el Festival Internacional de Cine Documental ‘Encuentros de Otro Cine’ (EDOC), que cada año se realiza en algunas salas de cine de la capital ecuatoriana y que convoca a lo mejor del cine documental a nivel mundial para los espectadores quiteños.

Una de las películas que más interés despertó fue ‘El Panóptico Ciego’ (2014) del director Mateo Herrera. De tarda de un documental que comenzó siendo institucional pero que encontró su propio camino sobre la marcha. El Ministerio de Justicia y Derechos Humanos pidió a Herrera documentar el estado en el que quedó el Ex Penal García Moreno de Quito. Ese fue el inicio de una cinta que cuenta una de las historias más interesantes de la vida republicana.

Herrara conversó hace unos días con La República.EC sobre la realización de su película.

¿Cuando realizaste el documental pudiste aproximarte a la historia ecuatoriana, especificamente al gobierno de Gabriel García Moreno?

– Sí, García Moreno fue el gran arquitecto de la infraestructura del países el siglo XIX. Constructor de escuelas, hospitales, el primer tramo del ferrocarril y del Panóptico. Este último fue concebido como un instrumento de control social, pero a diferencia del modelo europeo en el caso ecuatoriano la torre central fue tomada por los presos. Esa torre, en las nociones originales del panóptico, emula al ojo que todo lo ve y ejerce total vigilancia. Esa adaptación extraña de un modelo carcelero europeo, en nuestro medio, se convirtió en un monstruo con vida propia, así era el edificio del penal que encontramos cuando se fueron los presos.

Además de que fue una de las grandes obras de García Moreno, el penal fue el último instante de la vida de Eloy Alfaro. ¿Tu documental aborda esa situación histórica?

– Es interesante que sea ahí la celda en donde murió el símbolo de la revolución liberal, la cual se confrontó al modelo de país que implantó García Moreno. De algún modo esa celda, que no era usada por nadie y que tiene un busto de Eloy Alfaro, es el símbolo de la resistencia liberal al modelo conservador, que construyó el penal.

¿Encontraste archivos de interés histórico en el ex penal?

– El archivo que encontramos tiene una importancia sin precedentes. Hay al menos 300 mil documentos que cuentan la historia de cada preso en lo que ha sido buena parte de la vida republicana del Ecuador. Ahí consta cada detalle de los presos: lo que comían, las visitas que recibían, sus enfermedades, sus muertes, sus castigos, absolutamente todo. Todo ese archivo estaba por ser incinerado cuando lo encontramos. Nosotros hicimos un primer salvataje de esos costales en donde se encuentra la historia del país. Las autoridades deben hacerse cargo de todo aquello.

Se ha hablado mucho de qué hacer con el edificio del ex penal: hotel de lujo, parque, museo, etc. ¿Cual es tu postura al respecto?

– Destruirlo y que no quede nada, como ocurrió con la Bastilla en Francia. En ese edificio hay mucha tristeza. Es mi reacción a todas las porquerías y sufrimiento que sucedieron allí, y hay que destruirlo para que nuestros hijos crezcan en una sociedad sin cárceles. Yo no estoy de acuerdo con ninguna cárcel. La destrucción del penal debe ser el símbolo de una nueva sociedad sin prisiones. (I)

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