Carapaz llega en puesto 44, a 16 segundos del ganador de la primera etapa del Tour

El ecuatoriano Richarad Carapaz participando en el Tour de Francia, el 29 de agosto de 2020, en una foto de su cuenta de Twitter.

El ecuatoriano Richard Carapaz ha llegado sano a la final de la primera etapa del Tour de Francia, en el puesto 44, a 16 segundos del ganador Alexander Kristoff. Detrás de él ha llegado el colombiano Egan Bernal, en puesto 45. Ambos son del equipo Ineos.

Bernal es defensor del título y principal favorito.

En una etapa que acabó al «sprint», con victoria del noruego Alexander Kristoff, que también se convirtió en el primer líder de la general, estuvo marcada por los accidentes provocados por la lluvia que convirtió el asfalto en una pista de patinaje.

El mayor susto entre la armada sudamericana se lo llevó el colombiano «Supermán» López, el ciclista del Astana, que sufrió dos caídas, una muy aparatosa en el descenso de la Cota de Rimiez, cuando trató de frenar y su rueda fue deslizando por el asfalto húmedo hasta que el ciclista se estrelló contra una señal de tráfico.

Sin consecuencias físicas aparentes, López, jefe de filas de su equipo, esperó que su compañero Ion Izaguirre le cediera la bicicleta y prosiguió la carrera.

«Estoy contento porque no hay nada que lamentar y pudo ser peor. Ha sido un día con bastantes caídas, en un recorrido peligroso, con descensos, mucha pintura en el asfalto, pasos de cebra,…todo eso mezclado con tensión, la lluvia. Todo ha influido para que nos fuéramos todos al suelo», señaló en meta el líder del Astana.

La caída se produjo después de que su equipo decidiera elevar el ritmo de la carrera, tras varios kilómetros en los que el pelotón había reducido de forma importante el ritmo ante la sucesión de incidentes.

El propio López había sufrido otra caída en los primeros kilómetros de la etapa, al igual que Quintana, que se fue a tierra aunque tampoco pareció sufrir secuelas físicas.

El de Boyacá resbaló también en una curva antes de que el pelotón de forma concertada decidiera levantar el pie del acelerador.

Su caída, en la que se vieron implicados otros corredores, fue el detonante de que el Jumbo, que emerge como el equipo más potente de la edición con el esloveno Primoz Roglic como principal baza para la general, acordara con el resto de los pesos pesados reducir el ritmo.

El alemán Toni Martin se impuso como cacique de la carrera y fue dialogando con los pesos pesados de los diferentes equipos para bajar el pistón.

No se opuso a ello el Ineos de Bernal, el otro gran equipo del pelotón en este momento, que para entonces ya había sufrido en sus carnes los rasguños de la carrera.

El ciclista de Zapaquirá, que aspira a renovar el título conseguido en la pasada edición, convirtiéndose en el primer colombiano en ganar el Tour, estuvo a punto de perder a uno de sus gregarios más preciados.

El ruso Sivakov, de 23 años, llamado a respaldar a Bernal cuando llegue la alta montaña, sufrió dos importantes caídas y quedó descolgado del pelotón.

Tras un largo calvario de más de 100 kilómetros prácticamente en solitario, el ciclista criado en Francia logró alcanzar la línea de meta a 13 minutos de los primeros, con los codos ensangrentados, la moral por los suelos y un programa de pruebas médicas para las próximas horas para conocer su estado de salud.

El joven ciclista es, junto con el ecuatoriano Richard Carapaz, el principal lugarteniente de Bernal cuando llegue la alta montaña.

Algo que no se hará esperar en el Tour más montañoso de la historia, que mañana tendrá que ascender dos puertos de primera categoría y uno de segunda en una jornada con más de 4.000 metros kilómetros de desnivel.

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