Brasil vibra al ritmo de la samba en su cuarto día de Carnaval

Los integrantes de la escuela de samba Beija Flôr desfilan en el sambódromo, esta madrugada, durante el carnaval 2020 de Rio de Janeiro (Brasil). EFE/ Fabio Motta

Una dura sátira sobre la picardía y la malicia del brasileño, con referencias a políticos corruptos, pastores embaucadores y cualquier tipo de ingenio para engañar a la población, abrió la segunda noche de desfiles de las escuelas de samba del Grupo Especial del carnaval de Río de Janeiro.

La escuela de samba Sao Clemente, con sus 3.200 bailarines y músicos disfrazados y sus seis enormes carrozas alegóricas, hizo un repaso en el Sambódromo de esta ciudad brasileña del ingenio de los pícaros más famosos del país para engañar a la población y enriquecerse a costa ajena.

Esta agrupación cultural con sede en la favela Doña Marta, que siempre se ha caracterizado por sus presentaciones satíricas, fue la primera en presentarse entre las seis escuelas que desfilan entre la noche del lunes y la madrugada del martes por el Sambódromo.

El desfile de las escuelas de samba del Grupo Especial, una especie de primera división entre esta agrupaciones artísticas, cada una con miles de componentes y músicos debidamente disfrazados y bailando al ritmo de un samba especialmente compuesto para la ocasión, es la principal atracción del carnaval de Río y el considerado mayor espectáculo del mundo al aire libre.

Desde la decisión del rey Joao de trasladar la corte de Portugal a Brasil para engañar a un Napoleón invasor hasta los ingeniosos trucos para introducir virus en los computadores ajenos o difundir falsas noticias (fack news) en las redes sociales con propósitos políticos… nada quedó fuera del alcance de la mordaz crítica de esta ópera carnavalesca.

«Don Juan (de Portugal) engañó a Napoleón (al trasladar la corona a Brasil) y convirtió la colonia de malandros en capital y el engaño en un patrimonio nacional», reza uno de los refranes del samba «El cuento del embaucador», que Sao Clemente escenificó en los 700 metros de la avenida Marqués de Sapucaí.

La propia escuela explicó en su presentación que «ante un escenario brasileño polarizado, sumergido en diversas crisis de orden institucional, política, económica, social y racial, el desfile expone una crónica de los desaciertos en nuestro país».

Según los carnavalescos (director artístico) de Sao Clemente, pese a ser una crítica directa al gusto de los brasileños por «darse bien» a costa de los otros y mediante el llamado «jeitinho (truco) brasileño», el desfile muestra que también existe esperanza de un futuro mejor para Brasil.

«En esta tierra fértil de engaños se aprende temprano que cualquier parloteo tiene fruto», asegura el samba compuesto por Marcelo Adnet, uno de los humoristas más conocidos del país por sus diferentes programas de televisión.

Los diferentes grupos de bailarines que desfilaron fueron mostrando trucos que se hicieron famosos, como el de vender casas en cementerios públicos, ofrecer billetes de lotería supuestamente premiados, prometer bebidas de hierbas milagrosas o hasta la poción que «trae al ser amado en tres días».

Igualmente exhibe a los políticos que reciben coimas y que tienen privilegios y los falsos profetas que cobran por el perdón de los pecados o la entrada al paraíso.

En una clara referencia al expresidente Fernando Collor, un grupo interpretó el político «cazador de marajás» que promete acabar con privilegios en las elecciones y después se enriquece desde su posición privilegiada como jefe de Estado.

Otras de bailarines usaron disfraces y alegorías con referencias a testaferros, coimas y privilegios de presos ricos en las cárceles.

Cada una de las escuelas de samba tiene entre 60 y 70 minutos para atravesar los 700 metros del Sambódromo mientras los jurados califican criterios como creatividad, armonía, disfraces o composición.

Las calificaciones de los jurados son leídas el miércoles de ceniza, cuando concluye el carnaval y se conoce la nueva escuela campeona de Río de Janeiro.

Lunes, 24

Integrantes de la escuela de samba Grande Rio, durante desfile en el sambódromo de Rio de Janeiro este domingo de carnaval en Río de Janeiro. EFE/Fabio Motta

Un llamado por la preservación del medioambiente de los pueblos indígenas y de la cultura en Brasil abrió este domingo los majestuosos desfiles de las escuelas de samba del Grupo Especial, principal atracción del Carnaval de Río de Janeiro, considerado el mayor espectáculo del mundo.

Con una crítica a la ambición desmedida, que pasa por encima de vidas, culturas y del medioambiente, la escuela de samba Estácio de Sá se refirió en su desfile indirectamente a las políticas impulsadas por el Gobierno del presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, que abogan por explotar económicamente la Amazonía para un mayor progreso del país.

La primera de las siete escuelas programadas para desfilar en la noche de este domingo por el Sambódromo de Río escogió a la «Piedra, un viaje en el tiempo» como el tema central de su espectáculo y mostró sus diversas facetas durante su paso por la avenida Marqués de Sapucaí.

El desfile abordó la piedra desde su importancia como narradora de la historia del hombre con los grabados rupestres en los orígenes del mundo hasta la codicia que ha originado el valor comercial de algunas de sus variedades, consideradas preciosas.

La piedra y su papel en la evolución de la humanidad fueron expuestos en seis llamativas carrozas alegóricas, que acompañadas de unos 3.000 participantes con coloridos disfraces, abrieron la noche de desfiles.

La depredación del medioambiente que ha causado la extracción minera en Brasil también fue aludida en los desfiles, donde, además de la deforestación, fueron criticadas las condiciones de trabajo de millones de hombres, mujeres, e incluso niños, que viven prácticamente bajo tierra buscando piedras y metales preciosos.

Y es que la deforestación es causada principalmente por la minería, un tema que Bolsonaro quiere impulsar entre las etnias de Brasil para que exploten las áreas indígenas protegidas, alejándolas de sus tradiciones y cultura para insertarlas en la llamada «modernidad».

Esas dos caras de la moneda, la del progreso y la del deterioro ambiental y cultural, fueron mostradas por la escuela que cerró la historia con la luna como ejemplo de lo que puede ser la muerte en vida de la tierra, un planeta lleno de brillo pero completamente árido.

Estácio de Sá fue una de las escuelas que ascendió el año pasado al Grupo Especial, una especie de primera división entre estos grupos. Desde 2016 la escuela no estaba en el Grupo Especial, del que fue campeona en 1992.

En un intento de luchar por el título, construyó seis enormes y lujosas carrozas alegóricas, entre las cuales dos que semejaban gigantescos restos dinosaurios comandadas por hombres prehistóricos, otra que mostraba la codicia como camino a la muerte y una dedicada a las pulsaciones del corazón y otra a la creación

Tras Estácio de Sá deben pasar por el Sambódromo esta noche las escuelas Unidos de Viradouro con un homenaje a las mujeres que ayudaron a construir la historia de Brasil; Mangueira, que contará el regreso de Jesús a la tierra, y Paraíso do Tututi, con un llamado a frenar la violencia en Río.

Las últimas tres, ya en la madrugada, serán Grande Río, con una denuncia a la intolerancia religiosa, Uniao da Ilha, que hará una reflexión sobre los principales problemas sociales de Brasil y por último, Portela, que hará un desfile sobre la importancia de los pueblos indígenas y de la tierra para sus tribus.

Cada una de las escuelas tiene entre 60 y 70 minutos para atravesar los 700 metros de la pista del Sambódromo mientras los jurados califican criterios como creatividad, armonía, disfraces o composición.

Las calificaciones de los jurados son leídas el miércoles de ceniza, cuando concluye el carnaval y se conoce la nueva escuela campeona de Río de Janeiro.

Integrantes de la escuela de samba del Grupo Especial Mocidade Alegre durante la celebración del carnaval en el sambódromo de Anhembí en Sao Paulo (Brasil), este domingo. Las escuelas de samba agitaron la ciudad brasileña de Sao Paulo que, ebria de alegría, dio la bienvenida oficial al carnaval con un homenaje a las mujeres, a los negros y a Jesucristo. EFE/Sebastião Moreira

Domingo, 23

Las escuelas de samba agitaron la ciudad brasileña de Sao Paulo que, ebria de alegría, dio la bienvenida oficial al carnaval con un homenaje a las mujeres, a los negros y a Jesucristo.

Una marea amarilla inundó los 530 metros del sambódromo de Anhembi a las once y veinte de una noche fría de viernes, mientras el público, todavía escaso, enloquecía al escuchar el grito que daba inicio al carnaval de la ciudad más poblada del país.

La escuela de samba Barroca Zona Sul fue la encargada de inaugurar la noche de desfiles de «primera división» en la capital paulista, con un homenaje a la líder Tereza de Benguela, una mujer que durante la segunda mitad del siglo XVIII luchó a favor de la comunidad negra y en contra la esclavitud en Brasil.

Desde niños hasta ancianos llenaron de color la pista del sambódromo, acompañados de la reina de batería, cuyo disfraz paseó 50.000 cristales, haciendo referencia a la riqueza usurpada de Angola.

Al mismo compás desfilaron los integrantes de la escuela Tom Maior, quienes, luciendo elaborados disfraces multicolores que evocaban la contribución de la comunidad negra en el país, bramaban a pleno pulmón y al unísono: «Necesito luchar por igualdad, por libertad».

Cada ala de su desfile hizo tributo a diversos artistas y personalidades negras, entre ellos la exconcejal y activista Marielle Franco, quien fue asesinada a tiros hace casi dos años en Río de Janeiro y cuya autoría intelectual todavía no fue esclarecida.

De acuerdo con la escuela, Franco representa «la lucha por justicia», una joven negra asesinada que «se convirtió en una mártir en busca de una igualdad real».

Entre purpurina y cuerpos despampanantes, el viaje del sambódromo continuó la madrugada del sábado e hizo una parada en el Antiguo Egipto, cuyos escritos sirvieron de inspiración a la escuela «Dragoes da Real» para presentar alegorías al humor y la alegría.

La cuarta escuela de samba en pisar la pista fue la vencedora del año pasado, Mancha Verde. Con gigantes carrozas, sus integrantes bailaron sin perder la enérgica esencia carnavalesca al ritmo de un versículo bíblico para rendir tributo a Jesucristo y cuestionar los problemas de la actual sociedad moderna.

Después será el turno de los «Académicos do Tatuapé», que enfilaron el sambódromo para ilustrar la historia de la ciudad brasileña de Atibaia, situada en el interior del estado de Sao Paulo, desde su fundación hasta la llegada de los italianos, pasando por la liberación de los esclavos.

Ya bajo la luz del alba, el espectáculo paulista cruzó el Atlántico hasta al Líbano, de la mano de «Imperio de Casa Verde».

La tradicional escuela «X-9 Paulistana», cuyos disfraces ofrecerán un recorrido cultural por las distintas regiones del país, cerrará el espectáculo de casi ocho horas.

EFE

Integrantes de la escuela de samba del Grupo Especial X-9 Paulistana, durante la celebración del carnaval en el sambódromo de Anhembí en Sao Paulo (Brasil), este sábado. Las escuelas de samba agitaron la ciudad brasileña de Sao Paulo que, ebria de alegría, dio la bienvenida oficial al carnaval con un homenaje a las mujeres, a los negros y a Jesucristo. EFE/Sebastião Moreira


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