Quito, 24 ene (EFE).- El presidente de Ecuador, Rafael Correa, dijo hoy que «falta voluntad» por parte de Estados Unidos para entregar a dos exbanqueros ecuatorianos reclamados en extradición por el país andino.
Correa, en declaraciones a periodistas, se pronunció así al ser preguntado por el caso del senador estadounidense Robert Menéndez (demócrata) quien, según la cadena NBC, es investigado por el FBI y el Departamento de Justicia por su supuesta ayuda a los hermanos William y Roberto Isaías, requeridos en extradición porEcuador.
Los hermanos Isaías, expropietarios del liquidado Filanbanco, están acusados de malversación y otros delitos financieros en Ecuador, y son vistos como parte de un grupo de exbanqueros responsables de haber desatado la mayor crisis financiera de ese país entre 1998 y 1999.
De acuerdo con NBC, Menéndez, senador por Nueva Jersey y presidente del Comité de Relaciones Exteriores de la Cámara alta, intercedió ante el Gobierno estadounidense en favor de los hermanos ecuatorianos, que realizaron donaciones para su campaña electoral en 2012.
La oficina del senador demócrata negó este viernes tener conocimiento de la supuesta investigación contra el político estadounidense por sus nexos con los dos exbanqueros ecuatorianos fugitivos y achacó las acusaciones a «una campaña de difamación falsa».
«Y algunos anhelan la democracia norteamericana», en la que hay cosas que serían «inaceptables» en Latinoamérica, como el «lobby», dijo Correa.
Pero «allá (en EE.UU.) es común que un senador (…) llame a la autoridad de migración, del Poder Ejecutivo, para pedir que se dé asilo a dos prófugos de la Justicia», enfatizó el jefe de Estado ecuatoriano.
Correa añadió que «lo grave» es que en este caso «esos prófugos de la Justicia» y sus familiares han financiado la campaña del senador, por lo que es bueno que la prensa investigue el asunto.
El mandatario indicó que en el caso de los Isaías, las autoridades ecuatorianas han cumplido todos los trámites para la extradición, pero reiteró que los estadounidenses «no quieren hacerlo» (entregarlos).
Los estadounidenses «son muy pragmáticos» y para ellos, el hecho de que hayan cometido un delito «no es nada», mientras que en EEUU «están pagando impuestos, dando puestos de trabajo, haciendo ‘bussines'» (negocios), por lo que les conviene tenerlos allí.
«Es parte de la democracia norteamericana», apostilló. EFE